Cuando la consulta periodística sobre la incertidumbre del cronograma electoral de Mendoza, y especialmente un posible acuerdo con los libertarios, llega directa y frontal al cuarto piso de Casa de Gobierno, la respuesta suena evasiva, pero en realidad trae aparejada una contundente dosis de honestidad brutal. “Acá estamos, fingiendo demencia…”, dicen desde el círculo íntimo del gobernador, casi como esperando certezas que no aparecen y conscientes que el margen de las definiciones se agota día a día.
Sobre esa posibilidad sobrevolaron todas las charlas políticas que abundaron en los jardines de Susana Balbo Wines, donde se desarrolló la gala de los reconocimientos y estrellas a la gastronomía local de la célebre Guía Michelin, donde asistió Alfredo Cornejo, su vice, todo el gabinete, intendentes y legisladores. Una mesa servida de intuición y especulación.
Entrada agridulce
El escenario nacional afectado también por la turbulencia internacional de la guerra de aranceles desatada por Donald Trump y cierta desidia por parte de la Casa Rosada hacen dudar, seriamente, de las reales intenciones de Javier Milei de confluir aquí en una alianza. Son reparos ciertos, capaces de generar alguna duda sobre la conveniencia, pero que a la hora del análisis fino de lo que dicen las encuestas, no dejan margen para sumar razones que culminen indefectiblemente en las ventajas de un pacto.
Un reciente estudio difundido por la consultora Martha Reale, sólo para el populoso y decisivo departamento de Guaymallén (pero por eso, suficientemente representativo del electorado mendocino) arrojó que a pesar de una disminución de las expectativas económicas con respecto a diciembre del año pasado, y un incremento del pesimismo sobre la situación del país para 2026, la intención de voto de ambos espacios en proceso de seducción, supera, en general, el 50% (Cambia Mendoza -CM- 36%; La Libertad Avanza -LLA-15,40%).
Y más allá de las categorías, en la Provincia un 49,10% apoyaría un candidato respaldado por Cornejo; y en las legislativas nacionales, un 51,6% apoyaría un postulante bendecido por Milei. La conclusión es elemental: una lista común que represente al presidente y al gobernador se convierte inmediatamente en clara favorita en Mendoza.
Las dudas aparecen cuando los actos útiles que harían posible esa confluencia no se materializan. En esa dirección, un dirigente que comparte la estrategia oficial asegura que nada de eso se discute aquí, sino directamente, en Buenos Aires.
Primer plato, aroma de mujer
En esa dirección trascendió también que Hebe Casado sigue afilada con sus contactos en la cúpula libertaria, y que en un inesperado rol de “operadora” habría mantenido reuniones en pos de acercar las partes, nada más ni nada menos que con Eduardo “Lule” Menem, el experimentado gestor de relaciones que derivan en votos y apoyos para el Gobierno nacional y principal consultor de Karina Milei en términos del despliegue territorial.
De hecho, Casado asumió en Radio Mitre “que estamos muy cerca de una alianza electoral”. Toda una revelación que, sin embargo, abre paso a otros interrogantes. No sólo sobre la postura que asumirían aquí las fuerzas que acompañan a Milei pero no quieren saber nada con Cornejo, sino también por la sorpresa que supone que el gobernador deje en manos de su compañera de fórmula tan trascendental negociación. Nobleza obliga, el vínculo de Casado con el entorno libertario es más aceitado que el del radical. Y tal vez por eso, la llave capaz de destrabar la aparente inacción.
En la misma línea se expresó Luis Petri en General Alvear, al definir que “hay que ir a un gran acuerdo provincial con todas las fuerzas que acompañan al Gobierno nacional” e incluyó tanto a radicales como al Partido Demócrata (PD) a sabiendas que los gansos y el Pro no piensan igual que el ministro de Defensa.
Segundo plato, al fuego
El apuro también ya alcanzó al peronismo, cuyo presidente Emir Félix -figura impulsada como candidato a diputado nacional por diversos sectores- instó al gobernador para que defina si Mendoza tendrá o no elecciones unificadas con la Nación o desdobladas en 2026.
Como se ha dicho, el PJ tiene las manos atadas para resolver su propio intríngulis interno y debe esperar lo que decida Cornejo, lo cual no le agrada. Por lo pronto, la paciencia también se agota en la oposición que públicamente reclama precisiones que no llegan, con la urgencia de un frente tan adverso puertas adentro como hacia afuera.
Existe cierto temor que la guerra ya declarada entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner termine impactando negativamente en Mendoza, donde La Cámpora ya avisó estar con la guardia alta y las valijas preparadas si las condiciones no la favorecen. La posibilidad de una interna abierta si se suspenden las PASO provinciales es una idea que busca contener a los díscolos para no seguir perdiendo, vía deserciones, más poder de fuego electoral.
Saben los peronistas, que si el gobernador lo decide, la formalización de la unificación electoral será cuestión de semanas, con un elegante envío al freezer de las PASO. Fuentes legislativas aseguran estar al límite con los tiempos de un debate medianamente ordenado a pesar de lo express, para el que la Legislatura necesitaría al menos 15 días antes de la fecha límite del 5 de mayo en la que deberá quedar claro cómo se va a votar en Mendoza.
La lectura entre líneas, sin embargo, es que finalmente ese será el camino: suspensión de las PASO y unificación del calendario electoral. Claro, para eso, es preciso “firmar los papeles” de un acuerdo integral con los libertarios que incluiría tanto la categoría nacional (diputados nacionales) como los legisladores provinciales.
Postre sorpresa
Ante la inminencia de las definiciones, o al menos de las señales que permitan activar la tarea legislativa de ordenar el cronograma, quedará todavía un tiempo posterior para negociar los nombres y el armado de las listas para competir. El verdadero postre del convite, cuya receta de elaboración quedará -lapicera en mano- a cargo de renombrados chefs partidarios tras este extenuante derrotero. Un bacanal de poder para comensales siempre ansiosos.
* El autor es periodista y profesor universitario.