9 de junio de 2025 - 00:00

Los responsables del ajuste más grande a los jubilados hoy se  disfrazan de defensores

La verdadera defensa de los jubilados no se basa en prometer lo que no se puede cumplir, sino garantizar que el sistema no colapse mañana por la irresponsabilidad de hoy.

Durante años, la política irresponsable desmanteló el sistema previsional argentino. Mientras decían defender a los jubilados, los condenaron a la pobreza, los usaron como variable de ajuste y vaciaron el sistema para sostener su aparato de privilegios.

Entre los años 2021 y 2023, los haberes mínimos perdieron un 40% de su poder adquisitivo en términos reales. En diciembre de 2023, un jubilado de la mínima cobraba $105.713 más un bono de $70.000, alcanzando un total de $175.713, en un contexto de inflación descontrolada, que mes a mes superaba los dos dígitos.

Esa es la verdadera imagen del desastre que dejaron quienes ahora intentan mostrarse como defensores de los jubilados.

Pero el daño no fue solo económico. Durante años destruyeron la lógica contributiva del sistema previsional, multiplicando las moratorias y habilitando jubilaciones sin l os aportes requeridos. A diciembre de 2024, el 59% de los jubilados había accedido al beneficio por vía de moratoria. Desde el año 2023, más de 700.000 personas fueron incorporadas al régimen general sin contar con los años de aportes exigidos por ley. Esta política desfinanció el sistema y lo volvió injusto para quienes sí cumplieron con sus aportes.

El populismo, que hoy pretende enmendar la pobreza que él mismo generó entre los jubilados, dejó además una secuela grave y preocupante: más de 277.000 juicios en curso contra ANSES por ajustes mal otorgados o declarados inconstitucionales.

Esa es la verdadera herencia que algunos buscan ocultar con proyectos demagógicos, irresponsables y fiscalmente inviables. No piensan en los jubilados; sino en su propio beneficio político.

Frente a este escenario crítico, el Gobierno Nacional decidió encarar el problema con seriedad y responsabilidad. No con atajos ni con promesas vacías, sino impulsando un verdadero proceso de ordenamiento del sistema previsional, para que vuelva a ser justo, equitativo y sostenible.

Hoy, por primera vez en décadas, se gobierna sin demagogia, con los números sobre la mesa, respetando el esfuerzo de quienes trabajaron toda su vida y cuidando los recursos que deben sostener el sistema a largo plazo. Porque la verdadera defensa de los jubilados no se basa en prometer lo que no se puede cumplir, sino garantizar que el sistema no colapse mañana por la irresponsabilidad de hoy.

Este gobierno está haciendo lo que durante años nadie quiso hacer: poner orden, terminar con el populismo previsional, y construir un régimen previsional sólido, que proteja a los jubilados de hoy y de mañana.

* El autor es diputado nacional.

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