La posición de la región frente a la crisis de Irán

América del Sur y el África Subsahariana son las dos regiones del mundo más alejadas del conflicto y las que tienen menor riesgo de verse envueltas en una escalada si la tregua alcanzada esta semana entre EEUU e Israel con Irán, no se logra mantener en el tiempo. Pero ello no impide que puedan ser blanco de actos terroristas individuales.

El ataque estadounidense a las instalaciones nucleares de Irán dividió a los países de América Latina. Por un lado, el presidente argentino Javier Milei se ha definido enfáticamente: caracterizó a Irán como “enemigo”, dijo que el ataque era un éxito para Occidente y condenó la amenaza al titular de la Organización Internacional de Energía Atómica de la ONU, el argentino Rafael Grossi, realizada por el régimen iraní. Cabe recordar que Argentina es el único país de América Latina en haber sufrido ataques terroristas suicidas del fundamentalismo islámico en 1992 y 1994 y tiene abiertas causas judiciales contra funcionarios del actual gobierno iraní. Brasil, por su parte, adoptó una actitud más neutral como el resto de los BRICS (Rusia, India, China y Sudáfrica), criticando el ataque de Estados Unidos y eludiendo la condena a Irán.

En América Latina los aliados de Irán han ratificado su posición: Cuba, Nicaragua, Venezuela y en alguna medida Bolivia. El Salvador y Ecuador seguirán a Argentina en su definición. A su vez, Chile y Colombia acompañarán con matices la posición de Brasil. Por su parte, México mantiene diferencias respecto a dicho país: aboga por la paz y criticó el ataque estadounidense a las instalaciones nucleares de Irán. América del Sur y el África Subsahariana son las dos regiones del mundo más alejadas del conflicto y las que tienen menor riesgo de verse envueltas en una escalada si la tregua alcanzada esta semana entre EEUU e Israel con Irán, no se logra mantener en el tiempo. Pero ello no impide que puedan ser blanco de actos terroristas individuales.

El populismo de izquierda de la región condenó abierta y enfáticamente el bombardeo de Estados Unidos a Irán. Nicolás Maduro calificó de “vil ataque” el realizado contra las tres instalaciones nucleares iraníes. Cabe señalar que desde sus inicios, a fines de los años noventa, ya Hugo Chávez se vinculó con el régimen de Irán. Maduro consideró la acción estadounidense un “acto criminal” que viola la Carta de las Naciones Unidas y pone en peligro “la vida y la paz”. Pero tanto el presidente venezolano como su canciller evitaron mencionar a Donald Trump para no entorpecer la línea de negociación que mantienen con el secretario de Estado, Marco Rubio.

Aún más enfático fue el presidente colombiano, Gustavo Petro. Aprovechó su participación en un acto político realizado en el centro de Medellín para decir: “En Irán no hay desarrollo de armas nucleares, pensaba en un desarrollo pacífico pero este hecho incendia el Medio Oriente”. Dijo esto acompañado por integrantes de organizaciones ilegales a los cuales excarceló durante horas para que asistieran al acto. Petro ha intentado sistemáticamente vincular la crisis de Medio Oriente con la colombiana, alineándose en esta interpretación con Irán. En un comunicado posterior, rechazó el uso unilateral de la fuerza por Estados Unidos, aunque también reclamó a Teherán el cumplimiento del tratado de no proliferación nuclear. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, adoptó una posición similar, al enfatizar que el bombardeo de Estados Unidos “arrastra a la Humanidad a una crisis de irreversibles consecuencias”. A su vez, un representante de Irán en Nicaragua dijo que su país era “república gemela”, como dijera en 2023 Daniel Ortega durante la visita al país del entonces presidente iraní Ibrahim Raissi.

Mientras tanto, la Administración Trump reclamó a los países latinoamericanos tener una “postura firme” frente a Irán porque “es un régimen que patrocina el terrorismo”. El lunes 23 de junio Trump exhortó a los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a pronunciarse con claridad frente al conflicto entre Irán e Israel. Una funcionaria del Departamento de Estado sostuvo en la conferencia de prensa previa a la Asamblea General de la OEA que “Hoy en día es una oportunidad para tomar una posición, señalando si se van a poner del lado de un régimen que está patrocinando el terrorismo”.

La misma funcionaria estadounidense fue directa, al decir que “el momento de tomar una decisión es ahora” respecto al respaldo al ataque estadounidense efectuado contra las instalaciones nucleares iraníes, e insistir en que “es el momento de que cada país contemple si se va a respaldar a un país que es patrocinador del terrorismo”.

La política de Trump en el tema migratorio es un problema para México, de donde provienen más migrantes ilegales entre todos los países. Hasta ahora, la presidente Claudia Sheinbaum ha logrado manejar este momento con habilidad tanto en lo comercial como en lo político y migratorio. Pero también el gobierno mexicano se diferencia del brasileño. En cuanto al presidente argentino Javier Milei, mantiene políticas diferentes e incluso enfrentadas con los otros dos países, al asumir su alineamiento firme, decidido y riesgoso con Washington y Tel-Aviv.

* El autor es director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

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