20 de junio de 2025 - 00:00

General José Félix Aldao, el patriota mendocino

¿Por qué los libros de historia no recuerdan a José Félix Aldao, este caudillo mendocino y General héroe de la Patria soldado de San Martín? ¿Qué tanto mal pudo haber hecho para merecer tan cruel castigo del ostracismo? ¿Podrán sus enemigos trascender en el tiempo más de 200 años para que su recuerdo siga olvidado? Nunca lo sabremos, pero sí estamos seguros de que se lo condenó al olvido.

Luego de leer distintas obras sobre la historia del Ejército de Los Andes, la guerra civil argentina y la historia de Mendoza me pregunté, ¿por qué los libros de historia no recuerdan a José Félix Aldao, este caudillo mendocino y General héroe de la Patria soldado de San Martín? ¿Qué tanto mal pudo haber hecho para merecer tan cruel castigo del ostracismo? ¿Podrán sus enemigos trascender en el tiempo más de 200 años para que su recuerdo siga olvidado? Nunca lo sabremos, pero sí estamos seguros de que se lo condenó al olvido. La figura del Fraile-Soldado resultaba incómoda a algunos sectores que su figura política no fue grata. Aldao fue encerrado en un limbo, desdeñado por sus enemigos, de su persona y de su causa, sin embargo, fue notoriamente mejor que muchos personajes de su época que han sido elevados al bronce por la historia oficial.

José Félix Aldao fue unos de los más importantes caudillos federales junto a Juan Manuel de Rosas, José Gervasio Artigas, Facundo Quiroga, Vicente Ángel Chacho Peñaloza, Estanislao López y Miguel Martin de Güemes, junto a tantas y tantos abanderados de las causas federal y popular.

El 12 de setiembre de 1814, el Gral. José de San Martín en su gesta libertadora es acompañado por varios patriotas mendocinos como Álvarez Condarco, el cartógrafo; Tropero Sosa, el arriero; Justo Estay, el traductor de caminos; Pedro Vargas, el espía; El Fray Inalicán, traductor bilingüe de los pueblos originarios; Fray Luis Beltrán, el Arquímedes de la Patria; el Molinero Tejeda y la Nativa Magdalena, quienes tejieron ponchos, mantas y demás abrigos para realizar el cruce y allí también estuvo el Fraile guerrero José Félix Aldao, haciendo honor a la bravura mendocina, que el Gral. San Martín admiraba: “Deme dos pueblos como Mendoza y yo le libero a todo el continente americano de los europeos”

José Félix Aldao, nace en Mendoza, el 11 de octubre de 1785 como José Félix Esquivel y Aldao Anzorena. Por deseo de su madre se propone ser sacerdote, así fue que ingresó a la Orden de Santo Domingo, ordenado sacerdote en Chile en 1806, celebró solo una misa, la de su ordenación, pero su corazón inquieto sabía que el destino era otro.

El General San Martín llega a Mendoza en 1814, y al poco tiempo comienza a reclutar soldados y provisiones para su gesta libertadora, allí es cuando siente el llamado de la Patria y se incorpora como Capellán del Regimiento 11 de Infantería que dirigía el coronel Juan Gregorio de Las Heras.

El 2 de febrero de 1817 es allí su bautismo en el combate de Guardia Vieja en Los Andes, Chile, donde toma las armas dejando sus hábitos y combate junto a las tropas del ejército libertador. Su bravura y valentía le valió ser incorporado como miembro del Regimiento de Granaderos a Caballo, por orden del Gral. San Martín.

Combatió en todas las batallas independentistas como Granadero a caballo. “Viva Aldao, Viva el Padre” gritaban al final de cada batalla sus compañeros de armas.

En Perú, el Capitán Aldao hizo varias campañas militares hasta 1823 cuando, con el grado de coronel, conoce en Lima a su primer amor, Manuela Zárate, joven de la alta sociedad limeña, con la que huye a San Felipe, Chile, para comenzar una nueva vida, pero el destino lo lleva a Mendoza en 1824, estableciéndose en una hacienda en El Plumerillo, Las Heras, dedicándose al comercio, junto a Manuela y sus dos 2 hijos por ese entonces.

Aldao en Mendoza se une al Partido Federal y en esta tierra es el artífice de extender la frontera provincial a lo que hoy es Malargüe. M ucho más allá del Fuerte San Carlos, ubicado en el departamento de San Carlos, crea del Regimiento de Granaderos a Caballos de Mendoza, pero es en la Batalla del Pilar, hoy Barrio ubicado en Godoy Cruz, donde recupera Mendoza de las manos unitarias, filas en la que se encontraba Narciso Laprida y su joven secretario, Domingo F. Sarmiento. Fue la batalla más sangrienta de la guerra civil. Allí Francisco Aldao, su hermano, camina bajo bandera blanca, desarmado, a reunirse con los oficiales unitarios para parlar, cuando uno de los oficiales unitarios saca un pistolón y le dispara en la cara, cayendo muerto al instante, ante la desolada mirada de su ejército, por lo que se desata el caos total, siendo los federales al mando de Aldao victoriosos, huyendo Sarmiento a caballo sin librar batalla, atrás cae Laprida muerto fusilado.

En 1840, el gobernador Pedro Molina designa a Aldao comandante general de armas de la Provincia y a los meses Rosas le solicita que se una a la Primera expedición al Desierto, haciéndolo responsable de la columna oeste. Por esta gesta Mendoza hoy cuenta con los departamentos sureños de San Rafael, Alvear y Malargüe, ya que antes solo llegaba la provincia hasta el Fuerte San Carlos, en el departamento actual de San Carlos. Luego de la muerte de Facundo Quiroga, Aldao, con apoyo de Rosas, emerge como el referente del federalismo en el Sur y Oeste de la Confederación Argentina.

Durante las batallas se enamora de la riojana Dolores Torres, quien lo acompaña al sur a cuidar la frontera. En 1841 vuelve a la ciudad dado que el unitario Gral. Lamadrid, ocupa Mendoza el 16 de agosto de 1841, siendo expulsado luego de la Batalla de Rodeo del Medio, departamento de Maipú. Allí los federales recuperan Mendoza y eligen a Aldao Gobernador, quien asume como tal en 1842.

* El autor es abogado, analista internacional en temas sobre Medio Oriente y escritor, autor de las obras: el Ser Nacional en la Historia Política Argentina (2016) y General José Félix Aldao, el Patriota Mendocino (2020).

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