23 de agosto de 2025 - 00:05

Cristian Buchrucker, un gran maestro intelectual y académico

Su nombre venía precedido de un halo de admiración entre los y las estudiantes que ya habían cursado la materia. Los aires renovadores que había insuflado a los estudios historiográficos con sus aportes académicos llegaban también acompañados por características personales que brindaban una ductilidad peculiar a sus clases: una combinación de amabilidad y distensión poco frecuentes entre algunos docentes de la facultad, junto a las exigencias de una absoluta rigurosidad científica.

“La ciencia no tiene por qué ser triste”. Cristian Buchrucker.

A Cristian lo conocí en marzo de 1989, cursando Historia Contemporánea, en quinto año de la carrera de Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras.

Su nombre venía precedido de un halo de admiración entre los y las estudiantes que ya habían cursado la materia. Los aires renovadores que había insuflado a los estudios historiográficos con sus aportes académicos llegaban también acompañados por características personales que brindaban una ductilidad peculiar a sus clases: una combinación de amabilidad y distensión poco frecuentes entre algunos docentes de la facultad, junto a las exigencias de una absoluta rigurosidad científica.

Nunca olvidaré ese primer día de clase con el doctor Buchrucker. El planteo historiográfico con el que presentaba el espacio curricular era tan novedoso, tan diferente desde lo epistemológico como en la metodología, que sentí la extraña contradicción de entender muy poco de su propuesta, pero a la vez la total certeza de haber llegado, por fin, al lugar donde quería estar para el desenvolvimiento de mi vida profesional. La certeza de estar ante el encuentro con una forma diferente de hacer Historia.

El gran desafío que planteaba Cristian era la posibilidad de modificar la mirada historiográfica. Desplazarnos de la historia narrativa a la que veníamos acostumbrados, para asimilar el mundo de la historiografía macro-analítica, crítica y comparativa. Es decir, ingresar desde un abordaje sistémico amplio y una perspectiva de mayor complejidad a ese maravilloso mundo que es la Historia. En palabras del autor: “Sobre nacionalismo y peronismo se ha escrito mucho. Por ello, al presentar este libro al lector, conviene hacer algunas aclaraciones que permitirán una mejor comprensión del sentido y lugar de la obra dentro del vasto panorama de la bibliografía referida a la mencionada temática. La perspectiva central es, básicamente, la de una historia del pensamiento político, analizado tanto en su coherencia interna como en sus relaciones con otros factores del devenir histórico. A diferencia de otros trabajos, este libro no otorga un lugar de privilegio a los relatos biográficos minuciosos, ni a la llamada “historiografía de acontecimientos”. Se trata más bien de una indagación de problemas y estructuras: en este caso, de sistemas ideológicos, conectados con determinadas circunstancias políticas, sociales, económicas y culturales.” (Buchrucker, C.: 1987. Sudamericana, Buenos Aires, p.13.)[1]

En 1987 salió a luz el trabajo señero de Cristian Buchrucker, “Nacionalismo y Peronismo: la Argentina en la crisis ideológica mundial – 1927/1955 –“, que permitió al autor trascender las fronteras de Mendoza y de la Argentina para insertarse en el ámbito historiográfico internacional.

Si bien existían varios trabajos centrados en el nacionalismo argentino, tal lo señala el propio autor, la novedad de las tesis de Buchrucker se asentaban en las conexiones que realizó sobre el desarrollo del nacionalismo argentino de fines de los años ’20, con el contexto mundial, en especial en la genética de las ideologías de derecha, ultraderecha y de los fascismos. El autor dejó al descubierto los dilemas de los nacionalismos argentinos desde todos sus ángulos, como también las peligrosas conexiones de varios de ellos con los fascismos europeos. Junto con ello, rescató una parte muy importante de la historia cultural e ideológica de la Argentina, sobre la que no siempre se había hecho foco.

El hombre que abría el telón de esos desafíos intelectuales era el mismo que, todos los días, subía al autobús en la calle Boulogne sur Mer, cercana a su casa, para dirigirse a la Facultad de Filosofía y Letras. Recuerdo haberle preguntado, años después, con la confianza de muchas horas de trabajo compartido, el porqué de la elección, a sabiendas de la existencia de un automóvil familiar. Su respuesta llegó con la misma nitidez de otras, más académicas: “Sabes, Carolina, cuando tuve edad para aprender a manejar, en la casa de mis padres, no contábamos con medios económicos para tener auto. Mis padres y yo estábamos acostumbrados a desplazarnos desde El Bermejo en autobús. Luego, cuando pudimos adquirir un auto con Consuelo[2], ella sabía manejar y yo ya no tuve ganas de aprender.”

Estas pequeñas anécdotas cotidianas, de las que hoy comparto una, es porque me interesa destacar que, entre tantas características de su personalidad, Cristian sobresalía también por la absoluta distancia que tenía por sobre las prácticas patriarcales, tan normalizadas aún en los años 80s, 90s (y lamentablemente, hasta hoy), especialmente en Mendoza.

Con lo señalado debería explicarse, entonces, que el homenaje que hoy ofrezco a quien fue mi gran maestro intelectual, académico y, muchas veces, un padre en mi vida, no se refiere tan solo al “doctor Cristian Buchrucker”, concentrándome en su trayectoria académica, sino que pretende también ser la semblanza de un hombre que conjugaba una lucidez intelectual remarcable, con la sencillez de una vida cotidiana apacible, tal vez la faceta menos conocida de su personalidad.

Esa combinación, nada fácil de encontrar, hacía de él un hombre, un ser humano admirable.

[1] Buchrucker, C. 1987. Nacionalismo y Peronismo: la Argentina en la crisis ideológica mundial – 1927/1955 –. Sudamericana, Buenos Aires.

[2] Consuelo Antonia Martínez, esposa de Cristian. Destacada profesora en Historia, que desarrolló la carrera en el Nivel Medio de Enseñanza Educativa de Mendoza.

* La autora es doctora en Historia Contemporánea. UNCuyo.

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