Beatriz Bragoni, la historiadora mendocina nos ayuda a entender el presente

La escritora nos abre las puertas de su casa para darnos una profunda mirada sobre el pasado y el valor de la historia para los mendocinos

Beatriz Bragoni, la historiadora mendocina nos ayuda a entender el presente
Beatriz Bragoni, la historiadora mendocina nos ayuda a entender el presente

Por Carla Luna

"LA HISTORIA DA MEJORES HERRAMIENTAS PARA ENTENDER EL PRESENTE"

Beatriz Bragoni, estudió el profesorado de Historia en la UNCuyo, continuó con el doctorado en la Universidad de Buenos Aires y realizó estudios posdoctorales en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, en París. Su pasión por la historia arrastra a cualquier oyente a pensar en términos de pasado e involucrarse por los sucesos que forman parte tanto del relato oficial como del extra oficial.

Su conocimiento académico invita a ir y volver por la línea del tiempo, mientras que su amable carácter completa a esta mujer sobrada de talento.

Investigadora del CONICET, profesora titular Facultad de Derecho de la UCuyo y recientemente incorporada como miembros correspondiente por Mendoza a la Academia Nacional de la Historia, escribió grandes obras como: “San Martin de Soldado del Rey a héroe de la Nación”, “Un revolucionario chileno en el Rio de la Plata” y “Los hijos de la revolución”, obra prima con la cual recibió su primer reconocimiento de la Academia Nacional de Historia.

¿Cómo comenzaste este camino por la historia?

A partir de la tesis sobre la biografía del poder de una familia mendocina de principios del siglo XIX con ingresos medios y que en el transcurso de 30 años acceden a las primeras magistraturas de la provincia. La historia está sostenida en un esqueleto empírico documental y fue estudiada desde el archivo epistolar de la familia González Videla, propietarios de la finca de Panquehua que colocaron gobernadores en el siglo XIX.

¿Qué significa haber sido incorporada como miembro de la Academia Nacional de Historia?

La comunidad de historiadores que integran esta institución reconocen la labor historiográfica realizada. Significa que han valorado los libros y artículos escritos, por lo que es un reconocimiento a la producción en función de lo hecho para mejorar el campo historiográfico en Argentina. Los académicos de números proponen ingresos y en este caso me propusieron por Mendoza, luego se pasa a una comisión de admisiones y posteriormente se vota en plenario; por lo que pasé todas esas instancias y una vez más la Academia Nacional de Historia me da una satisfacción.

"UN HISTORIADOR DEBE DISTINGUIR EL PERSONAJE DEL HÉROE. MIENTRAS SAN MARTÍN GOBERNABA CUYO Y CRUZABA LOS ANDES, NO ERA HÉROE, ERA UN POLÍTICO CONVENCIDO DE QUE AMÉRICA TENÍA QUE SER LIBRE."

¿Cuál es el valor que le damos a la historia como disciplina?

La historia es una disciplina que se consolida en el siglo XIX y ayuda a la conformación de estados nacionales. La historia y la geografía de cada país pasan a tener un valor símbolo en función de sus ciudadanos con ese pasado y ese territorio. Entonces, la historia y la geografía generan un lazo y cumplen un papel fundamental en la formación del estado nacional.

La historia da mejores herramienta para entender el presente. Le permite al individuo decodificar y entender el mundo en que está inserto y reconocerse parte de él. La historia tiene la virtud de darnos herramientas para comprenden el sistema social en que vivimos sin anticiparnos. No hay ninguna ciencia que anticipe lo que va a pasar.

¿Por qué los mendocinos conocemos tan poco sobre la historia de nuestra provincia?

La historia de Mendoza no es poca, sino que tiene poco impacto en los estudios históricos nacionales. Es muy reivindicativa y por otra parte suele estar sujeta a lo anecdótico e institucional, lo que genera poco impacto. Fue incorporada al plan de estudio con la reforma educativa pero la enseñanza en todos los niveles está destinada a la historia nacional y la provincial queda solo para temas específicos. El principal problema en el sistema educativo provincial es que esa historia moderna no llega a la escuela porque la historia no tiene autonomía como disciplina, se la enseña en la primaria en función de las efemérides patrias que en varios casos también han sido resignificadas. Hay un problema de formación de las maestras y por otro lado la disciplina no está trabajada en el aula como un campo de conocimiento autónomo.

¿Cambió el relato de la historia?

La disciplina cambió en los 90. La enseñanza de la historia dejó de estar vinculada a lo público y estatal. Ingresaron a las escuelas contenidos que antes no estaba, como la historia de la sociedad, de la cultura, de los negros, de los indígenas, de las mujeres. Eso obedece a un cambio en el paradigma de la historia. Así como la historia política fue la reina del siglo XIX, la historia social ocupa el espacio más importante del siglo XX lo que hace un cambio importante porque todos los actores pasaron a tener el mismo estatus para ser estudiados.

El relato histórico dejó atrás a varias mujeres heroicas ¿Cómo recuperamos a las heroínas?

La mujer ha ocupado un lugar importante en el mundo. Tenían un lugar más oculto porque poseían menos información en el momento de restituir el pasado. Las mujeres historiadas son las que dejaron algo escrito como Mariquita Sánchez de Thompson o Juana Azurduy.

Es difícil acceder a ellas, si no tenemos la documentación producida. En los últimos tiempos esos recaudos metodológicos han sido muy explotado por los historiadores que hasta el momento no estaba en la agenda social histórica. Si bien se han abordado estudios sobre mujeres que aun no siendo escritoras dejaban sentadas sus ideas en panfletos o periódicos, sin embargo las huellas de las mujeres no alfabetizadas las encontramos en fuentes judiciales en el siglo XVII o XVII se presentaban ante un letrado para obtener algún reconocimiento en sus derechos. Luego formaron parte del sistema educativo y comenzaron a tener participación activa en política.

¿Cómo se toman la historia los argentinos?

Se la toman como el bálsamo de sus pesares, porque tienden a depositar en el pasado las causas de sus males presentes.

La historia no puede dar una receta para no repetir. No soy partidaria del concepto de aprender de la historia, porque eso le daba al historiador un poder enorme en el siglo XIX. Hoy no tiene el monopolio del saber histórico porque lo tiene la televisión, el diario, el ensayista, etc. Son muchos los que construyen el relato. El historiador es discreto sobre la incidencia que puede tener, hasta que la historia pasa a ser distinguida como una herramienta forjadora de opinión pública, en esto casos algunas versiones historiográficas pasan a tener impacto en la agenda pública por el uso político del pasado.

San Martín de Soldado del Rey a héroe de la Nación… ¿Quién fue verdaderamente nuestro máximo héroe?

Un historiador debe distinguir el personaje del héroe. Mientras San Martin gobernaba Cuyo y Cruzaba Los Andes, no era héroe, era un político convencido que de que América tenía que ser libre. Puso todos sus recursos para alcanzar ese objetivo. Tenía zozobra sobre qué podía pasar con esa empresa militar y tenía también inquietudes políticas que no eran aceptadas por todos.

Era enfático por luchar por la independencia y mantenía la postura de una América libre organizada en monarquías constitucionales, ya que por sus características era poco posible hacer republicas estables, sin embargo esa perspectiva del Gran Padre de la Patria fue corrida por la posterior historia republicana.

¿Cómo describirías esta etapa de la historia en la que somos partícipes?

Hay notas distintivas de este periodo como grandes legitimidades populares, el papel del estado en la política, el acrecentamiento del hiperpresidencialismo, y por otra parte una sociedad muy disgregada que atraviesa un cambio estructural y elude el cumplimiento de la ley.

"LOS ARGENTINOS SE TOMAN LA HISTORIA COMO EL BÁLSAMOS DE SUS PESARES, PORQUE TIENDEN A DEPOSITAR EN EL PASADO LAS CAUSAS DE SUS MALES PRESENTES"

LA ESCRITORA RECOMIENDA LIBROS:

1. Facundo, de Sarmiento. Un clásico de la literatura argentina siempre vigente.

2. Blanco Nocturno, de Piglia. Una Novela policial que muestra el fin del periodo desarrollista y la debacle en un partido porteño con notas al pie de página.

3. La pesquisa, de Juan José Saer, un policial de un asesino serial de ancianas en París.

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