Beatriz Barbera: “Es un honor que rompan mis marcas”

Desde todas las aristas, Beatriz Barbera es un personaje insoslayable para la historia del atletismo mendocino, su concepto de solidaridad deportiva es una marca vigente para las nuevas generaciones. La ex jugadora de tenis, que se transformó en corredora de medio fondo por una causalidad del destino, recuerda: "Mi momento más emocionante en el atletismo fue cuando vi la obra de la pista de tartán, fue más emotivo que competir porque sentí que esa pista traería felicidad a los jóvenes".

Beatriz fue una atleta vocacional, luego profesional en Italia, recordwoman, entusiasta, dirigente y en la función pública también Secretaria de deportes de Mendoza. Durante años bregó con una misma idea, para luego darle forma a uno de sus deseos más entrañables: que sus pares tuvieran a disposición un lugar donde poder entrenar en igualdad de condiciones y poder mejorar sus marcas. "Siempre lo soñé, también cuando corría en esa pista del Estadio o del Club YPF. Me preguntaba cómo podíamos hacer para tener algo parecido a los que había visto en Buenos Aires. Cuando estaba en Italia me imaginaba a las nuevas generaciones con más oportunidades de las que habíamos tenido como deportistas".

“Mi carrera profesional fue muy corta, porque me lesioné muy joven. Sin embargo, en Europa estudié gestión deportiva y pensé que se podía dejar obra para los jóvenes. ver la pista realizada en 2012 fue impresionante para mi, porque vi -en ese espacio- a una gran cantidad de niños que la disfrutarían”.

“Es muy difícil para alguien que práctica en una pista de tierra poder correr en otra superficie, porque además de lo que supone el cambio, es como si corrieras por primera vez”.

“La técnica es diferente, el modo de desplazarte, la utilización de los músculos... en una pista de tierra vos no podés utilizar la fuerza elástica del músculo, mientras que en una pista de tartán si, porque es mucho más deficiente el paso”, sostiene con mucha energía esa mujer de contextura pequeña.

La dueña de los 800 metros

El atletismo mendocino trabaja en silencio, horada su cantera fortaleciendo el talento de los nuevos valores. “Para mi el mayor honor fue que los jóvenes quebrarán mis marcas, si volviera a ser Secretaria de deportes de la provincia generaría programas cuyo principal objetivo sea el de romper todos los récords”.

"Si sos Secretario de deportes, lo que más deseas es que los deportistas en tu gestión sean mucho mejores de lo que fueron hasta el momento. Si no se vencen las marcas, si no se mejora el rendimiento, quiere decir que que no estas haciendo nada. El mundo mejora y si no se cambia y seguimos haciendo siempre lo mismo, quiere decir que estamos mal".

La sancarlina Ailin Funes, en 2009, quebró la marca de 1.500 m llanos que ostentaba Barbera desde hacía 27 años. En 2011, con su medalla de bronce en los 800 metros, Funes batió el récord argentino de menores. Distancias en las que Beatriz se sentía muy cómoda en su época de competidora.

En el mes de octubre de 2012, en el marco del XXI° Campeonato Sudamericano de Menores, las flamantes instalaciones de la pista -que se habían planificado bajo su gestión- eran realidad. El sueño estaba cumplido, la vida había dado una vuelta completa. La chica de cabello ensortijados, que a principios de los ‘80 había comenzado practicar atletismo en el IEF, había dejado una nueva marca; que habla también de la felicidad del prójimo.

Del Mendoza al Club YPF

"Yo soy vocal de la Asociación Mendocina de Atletismo, que hoy preside Cacho Espínola. Estoy convencida que a partir de la pista hemos tenido un avance muy importante con los más jóvenes", explicó Barbera. Ella practicó tenis, en el Mendoza TC, ganando varios títulos. Luego mientras estudiaba Educación Física, con el atletismo logró el alto rendimiento.

Logró excelentes resultados en torneos mendocinos, cuyanos y nacionales, desde 1982 la representante del Club YPF estuvo rankeada en los primeros lugares a nivel nacional en 800 y 1500 m. En  1987, era segunda a nivel nacional en 1500 y 3000 m.

“El atletismo de hoy ahora me gusta mucho, es más solidario, no hay tanta rivalidad. Los chicos forman equipos comparten, dentro de la pista hay competencia pero después todos somos parte del mismo movimiento atlético”, sostiene Beatriz Barbera.

Una vez recibida de profesora viajó a Italia para comenzar una práctica más competitiva. Su carrera en el atletismo finalizó en ‘87 a causa de una lesión. “Hay que vivir con verdadera actitud deportiva, ser felices. Tener salud es muy importante, porque cuando la disfrutás vivis plenamente”, finalizó Beatriz.