Erradicaron el viñedo de la Enoteca del Centro Cívico

Especialistas y vecinos critican el retiro de la plantación que rendía homenaje a la antigua Escuela Nacional de Vitivinicultura. Construirán edificio para ATM y Turismo.

Erradicaron el viñedo de la Enoteca del Centro Cívico
Erradicaron el viñedo de la Enoteca del Centro Cívico

El Fondo Vitivinícola Mendoza resolvió erradicar el pequeño viñedo que durante una década estuvo plantado al oeste de La Enoteca, en el Parque Cívico de la ciudad.

La medida se tomó porque en ese lugar que ocupaban algunas hileras de viñas y funcionaba como una verdadera colección ampelográfica, el gobierno provincial tiene previsto construir el edificio de la Administración Tributaria Mendoza (ATM), hoy concentrada en el cuarto piso de la Casa de Gobierno.

El lugar es el único testimonio físico existente, junto a algunas especies arbóreas, de la Escuela Nacional de Vitivinicultura, hito fundamental de los estudios enológicos del país.

En la actualidad, la antigua bodega convive con nuevos usos y edificios de producción más reciente, en uno de los espacios urbanos más significativos de la ciudad: el Centro Cívico.

El viñedo fue implantado en 2004 con una función pedagógica y turística. Se ubicaba al oeste de La Enoteca y convivía con una playa de estacionamiento, que subsiste en la actualidad.

Antes la administraban "trapitos" que cuidaban autos en la zona y ahora el producido se destina al Banco de Alimentos Mendoza. El sitio se ubica en Peltier y Belgrano. Un cerco verde trata de ocultar lo que antes fue un sitio amable.

Hoy se observa en el lugar el estacionamiento de automotores, y un cartel que todavía no se ha quitado y que dice: "En Mendoza, todos los caminos conducen a un viñedo".

El que estaba allí ya no existe más y aunque una diminuta parte fue enviada al frente de La Enoteca, estudiosos y patrimonialistas sostienen que no alcanza. Los restos de la plantación están depositados sobre el costado oeste del terreno, y toda la superficie está ganada por yuyos, como ocurriría en una viña que se ha abandonado en cualquier área cultivada.

Voceros del Fondo Vitivinícola dijeron que hubieran mantenido ese reducto viñatero pero el terreno, el suelo, no les pertenece. Es propiedad del Estado provincial.

La pequeña viña contenía uvas cabernet, malbec, syrah, torrontés, merlot y hasta semillón. Conformaba, como sostienen los especialistas, una verdadera colección ampelográfica  (ciencia que describe las variedades de la vid).

El espacio cultivado fue posible gracias al compromiso e inversión del Fondo Vitivinícola y de firmas del ramo agrícola, como Juan Femenía SRL, Juan Viciana e Hijos y Vivero Mercier Argentina, que  donaron equipos y horas de trabajo.

Más allá de los servicios a los que fue destinado ese cultivo por las autoridades del Fondo Vitivinícola, se podrá discutir su valor o no, pero lo cierto es que mucha gente ha sentido la eliminación del pequeño relicto vitivinícola.

Una de esas personas es la ingeniera química Claudia Inés Quini, presidenta de la Organización  Internacional de la Viña y el Vino (OIV). "Estoy disgustada. Se debió hacer un esfuerzo por mantener ese viñedo, que simbolizaba parte de nuestra cultura y realidad económica, y era un homenaje implícito a los orígenes económicos y académicos por todo lo que significó la Escuela Nacional de Vitivinicultura".

La funcionaria internacional se refiere a que en el área prosperaron la Escuela Nacional de Agronomía en el siglo XIX y posteriormente la Nacional de Vitivinicultura, aunque a menudo se denominaba a toda la superficie como "Quinta Agronómica".

También al ingeniero agrónomo Francisco Alejandro Melis, historiador vitivinícola, vecino y con negocio gastronómico en diagonal a la ex Quinta Agronómica, le hubiera gustado que se conservara el viñedo en cuestión.

En esa demanda también se ubican alumnos de la carrera enológica de la cercana Facultad Regional de la UTN, quienes realizaban algunas prácticas en la colección ahora perdida.

La arquitecta Liliana Girini, autora del libro "La Enoteca, patrimonio de la tierra del vino", se mostró preocupada por la intención oficial de "cargar" con más edificios al Centro Cívico.

"Esa superficie no admite seguir construyendo porque se lo hará en detrimento del parque y porque además habrá que ver cómo se compatibilizan las nuevas estructuras con las construcciones ya existentes".

La coordinadora de La Enoteca del Fondo Vitivinícola, Claudia Altamira, indicó que si bien se había levantado la viña, los fines didácticos continuarán manteniéndose en la reducida exposición habilitada en 2 canteros de la parte delantera del  edificio, que funciona como centro temático del vino en Mendoza y que también se utiliza para eventos de la Vendimia y exposiciones agroindustriales.

Sostuvo que es interés del Estado levantar allí la sede de la Administración Tributaria Mendoza, con una superficie de 8.667 m2. También se prevé levantar un segundo edificio para oficinas administrativas del Ministerio de Turismo, de 1.457 m2, en relación directa con el Centro de Congresos y Exposiciones.

El lugar y su relación con la capital del vino

Por más que en el pasado, el terreno ahora despejado no contuvo viñedos, todo el entorno se vincula con la enseñanza de la vitivinicultura y la formación de mano de obra de base y profesional para la actividad.

Lo expresan los estudios de Liliana Girini, Francisco A. Melis y otros estudiosos.

En este sentido quienes hubieran deseado conservar el viñedo, hacen referencia a que una ciudad como Mendoza, una de las 8 capitales del vino en el mundo, tendría que tener un espacio con vides plantadas.

"Una capital como París lo posee y Mendoza perdió el último que le quedaba", refirió Claudia Quini. Por su parte, Cristóbal Sola, vicepresidente de Vivero Mercier, tuvo una queja dura. Su empresa colaboró en el armado de esa estructura agraria que ahora ha desaparecido.

Escribió: "Hace más de 10 años plantábamos un viñedo, donde alguna vez se formaron los primeros técnicos en viticultura de la Argentina, rodeados de olivares y cortinas de casuarinas.

Hace pocos días pasé por el lugar y vi con sorpresa que el único viñedo de la ciudad capital de Mendoza, la que se vanagloria de Capital del Vino, la que postula entre las "mejores" 24 del mundo, había sido arrancado en su plenitud. ¿Quiénes son el Atila mendocino y sus secuaces? ¡Que bárbaros!".

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