Arte para habitar

El arte sale del museo y entra a nuestras ca­sas. En esta nota recorremos piezas que com­binan una función estética con una práctica.

Por Natalia Encina

Objetos de diseño ornamental que se integran a proyectos de interiorismo y que nos invitan a convivir con el arte.

Carlos Obregon, diseño mobiliario en madera

En el escenario de lo contemporá­neo, en tiempos de estetización generalizada de la vida y lejos de la antigua distinción entre bellas artes y artes decorativas, los ob­jetos artístico-funcionales ocupan cada vez un rol más preponde­rante en los espacios que habita­mos. Paralelamente, creaciones artísticas de disciplinas convencionales como pinturas o esculturas se conciben y eligen para ser articuladas a proyectos de interiorismo como elementos decorativos.

La historia del arte "otro".

El gesto que sustrajo a las producciones estéticas de sus funciones prácticas está vinculado con el relato canónico de la historia del arte occidental. Dicha narra­ción, dedicada a dar cuenta del devenir de manifestaciones que conforman las denominadas “bellas artes” como parte de un engañoso relato universal, se construyó dejando afuera una infinidad de manifestaciones artísticas que diversas investigaciones, posturas historiográficas y movimientos artísticos se han encargado de rescatar y revalorizar. Así, por ejemplo, la teoría feminista denunció que el relato de la historia del arte es un mecanismo exclusivo-excluyente, un discurso ideológico construido mitológicamente en torno a la figura del artista individual como “ge­nio” creador y desde el punto de vista del varón blanco, occidental y erudito. Y ha dado cuenta que ha dejado fuera, entre otras, a mani­festaciones artísticas creadas por mujeres tales como el bordado y las distintas expresiones del arte textil, muchas de las cuales articulan una función estética con otra ornamental o práctica. A estas piezas se les asignó la peyorativa denominación de “artes me­nores” o “decorativas”, precisamente por ser realizadas por mujeres y generalmente en el ámbito privado-doméstico (un espacio sub valorado respecto al espacio público masculinizado).

Fue a partir del Renacimiento que se produce dicha separación entre las “bellas artes”, por un lado, y las “artesanías”, los oficios artísticos y las “artes decorativas”, por otro; es decir, una separación entre la forma y la función en la concepción estética. Con ello, la de “arte” fue una categoría aplicada a objetos con una función estética pura y en el repertorio de lo “otro” no sólo quedaron recluidas ciertas prácticas estéticas realizadas por mujeres sino también las manifestaciones ligadas a funciones prácticas (sean rituales, sociales, cotidianas, religiosas) y que fueron denominadas general­mente como “artesanías”. Esta distinción se instala con fuerza en la Modernidad y entre las artes decorativas o aplicadas se incluyen a disciplinas como la cerámica, la orfebrería, las artes del mobiliario y la herrería artística. Entre ellas quedó incluida, además, la enorme y rica producción estética de los pueblos originarios de nuestro continente.

Sin embargo, así como desde el feminismo, también desde otras posturas teóricas se fue cuestionando a ese discurso ideológico que es la historia del arte y los límites tajantes entre bellas artes y artes decorativas se fueron difuminando. Para dicha corrosión fue importante la experiencia de la Escuela de la Bauhaus (1919-133), referente de la arquitectura, el arte y el diseño, y que tuvo como uno de sus principios la unión de arte y funcionalidad, considerada como primordial para la relación entre el/la artista y la sociedad.

LA ESCUELA DE LA BAUHAUS (1919-133), REFERENTE DE LA ARQUITECTURA, EL ARTE Y EL DISEÑO, TUVO COMO UNO DE SUS PRINCIPIOS LA UNIÓN DE ARTE Y FUNCIONA­LIDAD, CONSIDERADA COMO PRIMORDIAL PARA LA RELA­CIÓN ENTRE EL/LA ARTISTA Y LA SOCIEDAD.

Una de sus propuestas más importantes fue que el arte entrara a los hogares con una función, minando la valoración peyorativa que recaía sobre la denominación “artes decorativas”.

También desde América Latina autores como Ticio Escobar han teorizado sobre una noción distinta de belleza a la occidental que puede encontrarse en las producciones indígenas y populares. En estos objetos la función estética es inseparable de una trama de significados míticos, religiosos, sociales y utilitarios.

Asimismo, en este recorrido a través de los rompimientos de límites valorativos entre disciplinas es imposible no aludir al arte contemporáneo, en el que la clasificación entre géneros o discipli­nas artísticas se complejiza.

Despojados de estos prejuicios, nos acercamos a algunas expre­siones que, desde Mendoza, articulan una función estética con otra ornamental o de uso. Y desde la mirada (y creaciones) de artistas, diseñadores/as y aquitectos/as buscamos algunas respuestas en torno las relaciones entre arte, diseño, decoración y arquitectura.

Marcos Paradizo, arte del filete

ARTE EN CASA

El arquitecto Alejandro Cohen, quien forma parte de un estudio que ha tenido a su cargo destacados proyectos de interiorismo de la provincia, señala que "Arte, arquitectura e interiorismo vienen arti­culándose y actuando en conjunto históricamente. Actualmente los espacios están siendo cada vez más versátiles y temporales y creo que esa versatilidad y ese sentido efímero de las cosas se traduce al diseño también".

Destacada interiorista y arquitecta de nuestra provincia, Ana Paula Schmidt también entiende que "estas son tres disciplinas que ne­cesitan estar muy relacionadas. El interiorismo es el diseño de un espacio creado a partir de una estructura arquitectónica existente, donde posiblemente existan piezas de arte en su interior".

En cuanto a la manera en que el arte en sus formatos de disciplinas convencionales como esculturas o pinturas se integra a proyectos de interiorismo, Cohen señala que "en el caso específico de una casa tiene que ver con las dimensiones que presenta y los espacios en que se quieran utilizar piezas. Por ejemplo en mi caso, cuando proyectamos hacemos un proceso de relevamiento y dimensiones tanto de espacio como de muros para que si el cliente quiere y le gusta el arte, que tenga en su espacio en dimensión correcta para que pueda ser bien lucido la obra de arte, el trabajo del arquitecto y el interiorista".

En cuanto a si hay artistas que crean piezas especialmente para ser incorporadas a proyectos de interiorismo, Alejandro sostiene que "Mendoza cuenta con increíbles artistas que saben interpretar y trabajar en equipo con nosotros. Pero en lo personal creo que tiene que existir el respeto al artista y su intención ante la obra. Cada obra está destinada a un cliente. De eso estoy convencido. Para mí nunca hay que forzar una obra a un espacio".

Schmidt, en tanto, considera que "Los objetos de arte son indispen­sables en un proyecto de interiores, pueden ser los disparadores de un concepto, el punto de atracción de un espacio, o el com­plemento perfecto para terminar una decoración. Hoy en día, la globalización y la comunicación han cambiado el mercado del arte y las posibilidades de acercar los objetos artísticos a los hogares hoy se multiplican y existen más caminos para comunicarse con los mismos artistas".

Además de las obras de disciplinas convencionales, otras piezas forman también parte de los lugares que habitamos, cada vez con mayor presencia. Con diversas técnicas, artistas y diseñadores crean objetos estético-decorativo-funcionales que se integran a distintos espacios habitacionales.

EL ARTISTA FILETADOR

El del fileteado es un arte popular y aplicado con fines decorativos a diversos objetos. Y aunque está vinculado al escenario porteño, en nuestra provincia Marcos Paradizo se dedica, con pasión, a esta práctica.

"Desde muy chiquito me llamaron la atención los ornatos que acompañan a las fachadas de algunos edificios. También las viejas pinturas de los colectivos, sus letras góticas que sobresalían de la carrocería como si estuviesen en el aire. Los carteles pintados a mano, ver esa nobleza en los trazos fue para mí, increíble. No sabía que la técnica se llamaba Filete Porteño hasta que me encontré con Fabulosos Calavera (álbum de los Cadillacs) y supe que era lo que quería hacer. Me enteré que la pintura era de Martiniano Arce y así comencé a investigar, practicarlo y disfrutarlo hasta hoy y el resto de mis días, ya que forma parte de mi identidad. Crecí adoran­do ese tipo de ornatos y pinturas Es una pasión creadora, popular y amiga. Es un sentimiento alegre que se pinta", comparte el artista.

Paradizo explica que aplica esta técnica a cualquier superficie como maderas, vidrio, chapa, objetos de decoración, tela, paredes, espejos, vidrieras. "Si es que debo pintar en una pared o un espacio puntual trato de buscar una armonía con el entorno. Me fijo en el diálogo entre el filete y nosotros porque de eso se trata. Es algo po­pular, con identidad, debe comunicar. Tiene que tener una conexión. Entonces no puedo pintar algo que sólo lo entienda yo, sino algo mío y para todos. Los cuadros los hago más a gusto y placer mío", relata.

Ana Paula Schmidt, arte y diseño textil

MUEBLES, ENTRE EL ARTE Y EL DISEÑO

Carlos Obregón es diseñador industrial de productos y crea objetos de diseño ornamental con materiales que descartan las bodegas como bordelesas y las barricas, a la vez que crea piezas de orfebre­ría. En relación a su trabajo explica que éste “comienza desarmado íntegramente el barril para lograr nuevas composiciones mante­niendo aspectos como la curvatura de la madera y el color que le aporta el vino en su primer uso. Los muebles están pensados para espacios comerciales e incluso para espacios del hogar donde le queremos dar un carácter especial. Además, desde hace 15 años que diseño y fabrico joyas, mayormente en plata y también en oro. Aprendí el oficio de la mano de un joyero chileno y a lo largo de los años siempre sigo tomando clases con reconocidos orfebres”.

En cuanto al proceso creativo para la producción de mobiliario de diseño, relata: "Me concentro primero en entender bien la necesi­dad, analizarla en el contexto, habiendo comprendido esto busco que el material, con todas sus características, se exprese y nos cuente la historia detrás del producto. Mi formación como dise­ñador industrial me obliga a pensar en aspectos de uso como la ergonomía y los procesos productivos para optimizar los recursos".

LOS OBJETOS DE ARTE SON INDISPENSABLES EN UN PROYECTO DE INTERIORES, PUEDEN SER LOS DISPARADO­RES DE UN CONCEPTO, EL PUNTO DE ATRACCIÓN DE UN ESPACIO, O EL COMPLEMENTO PERFECTO PARA TERMINAR UNA DECORACIÓN.

ARTE TEXTIL PARA VIVIR

Además de dedicarse a la arquitectura, Ana Paula Schmidt tiene un emprendimiento de arte y diseño textil. En relación a cómo decidió abocarse a esto, explica que "En realidad, más que una decisión fue un proceso que se fue dando naturalmente. Desde chica recuerdo que hacia trabajos artesanales junto con mi madre, a la cual le agradezco gran parte de mi motivación. Luego fui a pintura con grandes como Ciceri y Pardo, estudié arquitectura, me dediqué al interiorismo, viajé mucho y descubrí que quería diseñar objetos tex­tiles y mobiliario inspirados en las vivencias del pasado, rescatando los oficios y técnicas ancestrales, dándole importancia a lo hecho a maño y al arte en sus distintas expresiones".

En cuanto a su trabajo cuenta que "La particularidad de las crea­ciones de 'Fabrica Argentina' es que cada pieza es hecha a mano y cada diseño es único. La mayoría de las telas que utilizamos son fibras naturales tales como, linos, rafia, arpilleras, algodones y la­nas como merino, llama y guanaco. Utilizamos diversas técnicas, desde teñidos tipo shibori, sashico y otras técnicas más conocidas como tejido al telar en el caso de las alfombras, afieltrado, gasta­dos, avejentados, entre otras".

Entre las técnicas que Ana Paula menciona se encuentran el shi­bori y sashico, antiguas expresiones que hoy vuelven a ser prota­gonistas. "Para los que no saben de que se trata, el shivori es una antigua técnica japonesa de teñidos. Una de sus particularidades es que implica cierto grado de imprevisibilidad logrando resulta­dos siempre diferentes muy impactantes. Y sashico es una forma tradicional de bordado japonesa. Originalmente se cosían varias capas de telas para darle mayor calidez y durabilidad a las prendas y la usaban las familias de campo que no podían acceder a géneros más costosos y abrigados. Con el paso del tiempo se volvieron un objeto de arte. Todas estas técnicas se pueden aplicar en cortinas, tapizados, almohadones, objetos decorativos, prendas de vestir y hasta accesorios", explica.

Nota: Las fotografías son gentileza de los/as artistas. Las fotos de las obras de Marcos Paradizo son gentileza de "Rana Emoción"

Carlos Obregon, diseño mobiliario en madera

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