12 de diciembre de 2017 - 00:00

Al deseo se lo construye día a día - Por Francesca Gnecchi

Poder incluir en ‘agenda’ el contacto y placer con la pareja, pero en la columna del ‘disfrute’, y no en la de ‘obligaciones’, nos permite encontrarnos con esa persona previendo incluso todo lo que nos gustaría realizar ese día: desde una cena romántica hasta los deseos o fantasías.

Uno a veces piensa que el deseo es algo que nace como una llama desde adentro, pero no es así, y menos si estamos conviviendo con alguien. Al deseo tenemos que ir construyéndolo día a día, y el poder hablar con nuestra pareja y tener una relación sana y en la que nos llevemos bien influye muchísimo.

Es un poco obvio pensar en que si estuvimos todo el día discutiendo con nuestro marido, o agotadas por el trabajo fuera de casa y dentro de ella, lo único que vamos a desear a la noche es dormir. Y no está mal.

Lo que no es bueno es perder de vista los momentos junto a la pareja, ya que  poder pautar un día a la semana, o dos al mes,  en el que ambos se dediquen una cena, charla o mimos, resulta un excelente preludio para el encuentro sexual esperado.

En ese sentido, dejar a los chicos en otro lado en donde puedan cuidarlos es un factor muy importante para preparar con tiempo, esa noche especial de a dos. Es primordial no perder esos días que se tienen el uno para el otro, y no dejar de lado los juegos, las caricias, el contacto.

Además,  la falta de deseo a veces no tiene que ver con la carencia de tiempo, sino en  poner el foco de atención en otros temas y preocupaciones que no tienen que ver con la sexualidad, y que sumados a la monotonía y rutina, confabulan contra las ganas y el encuentro.

Una vez al mes hacer algo distinto, probar cosas nuevas, incorporar fantasías, y hasta buscar otro sitio al habitual para tener nuestro momento en pareja puede hacer una gran diferencia a la hora de poder disfrutar y potenciar el encuentro sexual.

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