Aunque la tranquera se abrió con un frío intenso y bajo lluvias intermitentes, la primera mañana de la Fiesta Nacional de la Ganadería convocó a más de 2.000 alumnos de 30 escuelas primarias, principalmente de General Alvear y San Rafael, en el marco de las visitas guiadas.
El número duplicó el promedio habitual y los 20 guías a cargo no tuvieron casi descanso acompañando a los contingentes mientras se brindaban las charlas explicativas. “Nos sorprendió la cantidad que vino en la mañana, sobre todo porque es el primer día y normalmente, los viernes es cuando explota. Hay muchas escuelas del centro de San Rafael, que eso antes no ocurría, y de muchos parajes y distritos, desde Punta del Agua y Canalejas hasta Soitué” relató Gustavo “Maco” Orueta, el encargado de coordinar a los guías desde hace 20 años.
Con dos jornadas divididas en dos turnos cada una en horario escolar, el promedio de visitantes rondó históricamente en 6.000 personas, aunque este año creen que van a superarlo largamente.
Fiesta Nacional de la Ganadería
La primera mañana de la Fiesta Nacional de la Ganadería convocó a más de 2.000 alumnos
Gentileza
“Cada año nos capacitamos con veterinarios porque la charla que les damos es sobre ganadería y la historia de la fiesta. Hay chicos que ya vienen con preguntas porque lo están trabajando en clase, sobre lo que tiene que ver con las razas que mejor se adaptaron en nuestra zona” explicó el docente.
Carlos, maestro de una escuela rural, festejó las ganas de sus estudiantes de “conocer a las embajadoras” que el sábado en la noche definirán quién será la nueva representante del evento nacional.
“Hace un mes que venimos repasando las características de los Aberdeen-Angus y los Hereford, y llegamos acá y me dicen que lo que quieren ver es a las reinas” apuntó divertido, previo a llevarlos a la zona de juegos, donde varios manifestaron sus ganas de visitar “la casa del terror” ubicada en el sector este del enorme predio.
Puestos heterogéneos y coloridos, con muchos “billetes grandes”
Cerca de 300 expositores de diversos rubros llegados de todo el país, ocupan las carpas distribuidas estratégicamente en el predio de 6 hectáreas. Muchos dentro de las carpas y otros al aire libre, en cada espacio se agrupan carros gastronómicos, vendedores de tecnología, múltiples artesanías, ropa e implementos agrícolas, con una variedad importante en calidad y precios.
“La gente tiene plata y la gasta. Tiene seguridad y se nota, porque antes, a principios del año pasado, era como que se preguntaban qué iba a pasar. Hoy ven que está estable, entonces usan ese dinero”, afirmó Mariano, que llegó de Mar del Plata a participar por primera vez al evento.
“Lo que veo es que la gente anda con billetes grandes, de 10.000 y 20.000 pesos, y eso es porque hay plata en la calle. Si no, andan con billetes de 100. Hay algunos pueblos que hay miseria y te pagan con billetes chicos, pero después vas a ver la mayoría de 20.000 y 10.000” graficó el feriante que recorre el país con “Chocolates en Roma”.
Fiesta Nacional de la Ganadería
La primera mañana de la Fiesta Nacional de la Ganadería convocó a más de 2.000 alumnos.
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“Es difícil entrar a esta fiesta por el espacio. Ya me habían comentado antes del evento y este año pude venir. El costo está muy está a buen precio en relación a otros eventos que son más caros y otros más baratos” señaló y se mostró conforme con el volumen de ventas durante el primer día.
“Se mueve mejor que otros años por lo menos mi rubro, capaz que con otras cosas no, pero conozco otros feriantes y también están trabajando mejor que otros años”, aseguró.
También Pablo, de la provincia y de Córdoba y otro debutante en territorio alvearense, celebró el tránsito de personas y los niveles de venta que están logrando esta edición.
Chef y elaborador de mermeladas gourmet, maneja un emprendimiento familiar hace 10 años, con el que por primera vez pisa suelo mendocino.
“Vamos a los eventos grande en toda la Argentina. Misiones, Chaco, Entre Ríos, Santa Fe. Esta es la primera vez que venimos a Mendoza”, contó. El dato llegó por el “colectivo” de feriantes. “Normalmente las personas que se dedican a este negocio, a este nicho de mercado que son los eventos grandes en todo el país, es como una comunidad. Así llegamos”, dijo, aunque no es el único punto donde ofrece sus mermeladas. “Este mismo fin de semana, con mis hijos y dos equipos más, tenemos este stand acá en Mendoza, uno en Santa Fe y otro en Córdoba. Tenemos tres stands en tres provincias en simultáneo”, explicó.
Claro que los destinos no se eligen al azar y se desarrolla una suerte de “estudio de mercado” antes de hacerlo, para no desperdiciar recursos.
“Muevo 700 kilos de productos para ir a una feria, se invierte mucho y no lo haríamos para perder plata. O sea, esto es un negocio. Seleccionamos los eventos, buscamos el nicho donde el público quiera nuestros productos. Es un trabajo, más allá del esfuerzo familiar para hacerlo. También es un hobby, pero nos pagan por hacerlo” apuntó feliz.
Lo llamativo de su “Cocina antigua” es el contenido. Con mermeladas de cebolla al Malbec, por ejemplo, u otra de morrón, que se utilizan para la cocción de carne.
“Mis productos son originales. Hago combinaciones de cosas muy dulces con otras muy ácidas. Son para un público que tiene predilección por la cocina y la disfruta. Mayormente son mujeres de más de 50 años, pero es variado” explicó el chef cordobés.
Con más de dos décadas recorriendo ferias y visitante asiduo del predio ganadero, Ricardo llegó desde la Patagonia con un puesto de cuchillos artesanales y celebró el “cambio de semblante” que nota en el público. “Venimos de un par de años muy difíciles, donde preguntaban más de lo que compraban, pero ahora se está moviendo bastante bien” reseñó mientras exponía un imponente cuchillo con cabo de asta de ciervo y funda de cuero a un cliente.
“Normalmente hay lugares donde te regatean el precio, pero acá vienen, consultan, si les gusta se lo llevan y si no, no. Se nota buen ánimo y hay circulante” aseguró.