Si tenés toallas viejas que ya no usás, no las tires. Con un poco de creatividad, podés darles una nueva vida y transformar ese textil en un objeto útil. Con estos trucos de reciclaje, vas a poder convertirlas en almohadones ideales para la decoración de tu casa. Es un proyecto fácil, económico y que además te ayuda a reducir residuos.
Antes de empezar, revisá qué toallas tenés disponibles. Si son de distintos colores o texturas, podés combinarlas para que tus almohadones queden más originales. Es importante que las laves bien antes de usarlas y descartes aquellas que estén muy rotas o demasiado gastadas.
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Reciclaje paso a paso en casa
2. Medí y cortá las piezas
Definí el tamaño de los almohadones según el espacio donde los vayas a colocar. Un tamaño clásico es 40x40 cm, pero podés ajustarlo a gusto. Marcá las medidas sobre la toalla con una cinta métrica y cortá dos piezas iguales. Si los bordes están muy deshilachados, recortalos para que el acabado sea más prolijo.
3. Uní las piezas
Colocá las dos piezas de toalla una sobre otra, con el lado derecho hacia adentro. Fijalas con alfileres para que no se muevan al coser. Si tenés máquina de coser, usala para un mejor resultado, pero también podés hacerlo a mano con puntadas firmes. Dejá un lado abierto para poder colocar el relleno después.
4. Rellená el almohadón
Dale la vuelta a la funda para que el lado derecho quede visible. Por la apertura que dejaste, empezá a meter el relleno hasta que el almohadón tenga la forma y la firmeza que más te guste. Si no tenés relleno nuevo, podés reutilizar el de almohadones viejos.
5. Cerrá el almohadón
Si querés un cierre desmontable, podés coser un cierre en la apertura. Si preferís una opción más sencilla, cerrá el lado con puntadas pequeñas y firmes. Asegurate de tensar bien el hilo para que el relleno no se salga con el uso.