Hay recetas que nos acompañan desde siempre, que pasan de generación en generación y que, sin importar cuántas opciones nuevas aparezcan, siguen siendo las favoritas de la mesa argentina. La pastafrola de dulce de membrillo es, sin dudas, una de ellas.
Desde el aroma que inunda la casa mientras se hornea hasta el primer mate con una porción tibia, todo en esta receta es puro disfrute. Su combinación de masa crujiente y relleno dulce y suave la convierte en un clásico que nunca pasa de moda.
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Si bien muchos la compran en panaderías, hacerla en casa tiene otro nivel de satisfacción. No es difícil y, además, podés ajustar la receta a tu gusto. Algunos prefieren la versión con dulce de batata, otros le agregan un toque de coco o cambian la harina para hacerla más liviana. Pero hoy vamos con la receta tradicional, la que no falla.
Algunos tips a tener en cuenta es que si querés que te salga más dorada, podés pincelar las tiras de masa con yema de huevo antes de hornear para que queden más brillantes. Por otra parte, si te gusta un relleno más liviano, podés agregar un chorrito de jugo de naranja al membrillo al calentarlo y guardala en un recipiente hermético, donde se conserva hasta 4 días.
Ingredientes para la pastafrola de membrillo
Para la masa (molde de 25 cm de diámetro)