25 de marzo de 2025 - 16:28

Cómo combatir el sueño que nos invade después de comer y sin recurrir al café

Es común tener un bajón de energía después de comer, lo que dificulta la concentración. Afortunadamente, existen formas de prevenirlo, y no todas recurren a las bebidas como té o café.

A pesar de todas las tareas diarias que debemos hacer y de lo bien que tengamos todo organizado, hay un momento en el que todos notamos cómo nuestra energía disminuye y el sueño nos invade, y ese momento suele ser después de comer.

No es casualidad que se considere el momento perfecto para disfrutar de una siesta. Sin embargo, no siempre es posible aprovechar esos minutos de descanso, ya que muchas veces seguimos inmersos en nuestra jornada laboral y necesitamos mantener la productividad, incluso cuando la última cosa que deseamos es seguir trabajando.

Algunas personas enfrentan esta sensación de agotamiento recurriendo a una solución rápida y efectiva: un buen café después de comer, que puede ayudarnos a superar ese bajón de energía.

Café
Café.

Café.

La cafeína se convierte en una gran aliada en esos momentos, aunque también puede jugar en nuestra contra, ya que puede aumentar el nerviosismo y dificultar un buen descanso nocturno. Afortunadamente, existen otras formas de combatir la fatiga sin tener que recurrir al café.

Cómo hacerle frente al sueño después de comer

Alrededor del mediodía, muchas personas experimentan una caída de energía, lo que les dificulta concentrarse en las tareas que tienen por delante. Este bajón suele estar relacionado con los cambios naturales del ritmo circadiano, el cual regula el ciclo de sueño y vigilia, aunque también pueden intervenir otros factores.

Entre las 13:00 y las 15:00 horas, el cerebro envía señales para reducir el ritmo, lo que genera esa sensación de somnolencia tan familiar. Para muchos, la solución es recurrir a un café o un té, ya que la cafeína puede ayudar a aumentar los niveles de energía, pero no es la única opción disponible.

La alimentación juega un papel crucial en este fenómeno, ya que si nuestra comida contiene grandes cantidades de hidratos de carbono simples o azúcares, puede provocar un aumento rápido de los niveles de azúcar en sangre. Para evitar este efecto, es recomendable optar por alimentos con carbohidratos de absorción lenta, como legumbres, cereales integrales, frutas y verduras frescas.

La hidratación también es clave para prevenir ese cansancio a mitad del día, por lo que beber agua de forma constante durante el día es fundamental. Además, podemos gestionar mejor nuestros niveles de energía mediante hábitos saludables, como el ejercicio físico. Caminar a paso ligero durante unos minutos puede ser suficiente para revitalizarnos y mejorar la concentración.

Los efectos del café de la mañana

Una de las soluciones más comunes cuando nos sentimos fatigados es recurrir a un café, buscando el impulso de energía que nos proporciona la cafeína. Sin embargo, no siempre es la mejor opción, ya que el consumo excesivo de cafeína puede tener efectos negativos. Tomada en grandes cantidades, puede interferir con el descanso y aumentar la ansiedad.

El Dr. Jeremy London, cirujano cardíaco y divulgador en redes sociales, explicó cómo para evitar ese bajón de energía. La clave está en el momento en que consumimos el café. Muchas personas comienzan su día con una taza de café nada más levantarse, pero este puede ser el problema.

La cafeína bloquea la adenosina, un neurotransmisor responsable de inducir el sueño. Cuando el efecto de la cafeína desaparece, se libera toda esa adenosina acumulada, lo que genera la sensación de cansancio.

Según el Dr. London, esperar aproximadamente 90 minutos antes de tomar el café permite que el cuerpo elimine de forma natural la adenosina acumulada, evitando que la cafeína interfiera con su función.

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