En pleno verano argentino, el clima cálido y seco puede ser un desafío para tus plantas, y es crucial tener en cuenta qué semillas no son ideales para sembrar en esta época del año. Si estás pensando en comenzar tu huerta o jardín, hay algunas variedades que es mejor dejar para más adelante, cuando las condiciones sean más favorables.
6. Tomates
Los tomates, una de las plantas más populares en las huertas de todo el país, requieren temperaturas más frescas para desarrollarse adecuadamente.
Aunque en algunas regiones del norte de Argentina el calor intenso podría no ser un problema, lo cierto es que el exceso de calor durante el verano puede afectar su crecimiento, causando que las plantas se estresen y no produzcan frutos de calidad.
La mejor época para plantar tomates es a partir del otoño, cuando las temperaturas son más suaves.
5. Lechugas
La lechuga, como muchas hortalizas de hoja, prefiere climas frescos para crecer bien. Las altas temperaturas del verano hacen que se acelere el proceso de floración, lo que resulta en hojas más amargas y de menor tamaño.
Si sembrás lechugas ahora, podés encontrarte con plantas que no lleguen a buen término, o que no tengan el sabor que esperabas. En jardinería, es más recomendable sembrarlas en otoño, cuando las temperaturas sean más agradables.
4. Zanahorias
Las zanahorias, aunque son bastante resistentes, necesitan un clima más templado para desarrollar una raíz firme y tierna.
En pleno verano, con las altas temperaturas, las semillas pueden tardar más en germinar o incluso no brotar.
Además, el calor puede hacer que las zanahorias se desarrollen de forma irregular o que no alcancen el tamaño esperado.
Dejá esta siembra para el comienzo del otoño, cuando las temperaturas bajen y las condiciones sean ideales para su crecimiento.
3. Espinacas
La espinaca es otra planta que prefiere temperaturas frescas. El calor del verano acelera su floración, lo que arruina el sabor de las hojas y provoca que la planta se vuelva fibrosa.
Sembrar espinacas en verano generalmente no da buenos resultados, ya que las plantas no alcanzan su desarrollo óptimo. Para obtener hojas tiernas y sabrosas, esperá a la llegada del otoño.
2. Guisantes
Los guisantes necesitan un clima más bien templado para desarrollarse bien, y las altas temperaturas del verano no son lo ideal.
Aunque algunas variedades pueden tolerar el calor, generalmente el exceso de calor acelera su floración y provoca que las vainas se desarrollen de manera desproporcionada.
Lo mejor es sembrar guisantes a fines del verano o principios del otoño, cuando las temperaturas empiecen a bajar.
1. Brócoli
El brócoli es otro vegetal que no tolera bien el calor intenso. Si lo sembrás en pleno verano, lo más probable es que se produzca una floración temprana o que las cabezas se desarrollen de manera incorrecta, lo que afectará la calidad de la cosecha.
Si querés disfrutar de un brócoli tierno y de buen tamaño, esperá a que las temperaturas desciendan y plantalo en otoño, que es la época más adecuada para este tipo de cultivo.