Los 50 años de la carrera de sociología, que busca recuperarse

Fue creada el 27 de marzo de 1968 en la UNCuyo y en 1976 la dictadura la cerró por “subversiva”. Reabrió con el regreso de la democracia.

Los 50 años de la carrera de sociología, que busca recuperarse
Los 50 años de la carrera de sociología, que busca recuperarse

Sobrevivió a la última dictadura militar -aunque no salió ilesa, ya que estuvo 9 años cerrada-, y cumple 50 años de vida. La carrera de Sociología de la UNCuyo fue creada el 27 de marzo de 1968 dentro del ámbito de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

Medio siglo después, mantiene su status de "crítica" (en su formación y visión) y busca repuntar la matrícula para llegar a esos casi 120 aspirantes que tenía por año, y que bajaron a no más de 70 a partir de 2004.

"Si uno se pone a pensar bien, la dictadura tenía razón: la sociología es una carrera para formar profesionales con pensamiento crítico y con afán de cuestionar. En 1976 la cerraron por considerarla subversiva y expulsaron a todos sus alumnos. Pero ese cierre termina por evidenciar la calidad", resumió con orgullo el sociólogo y profesor egresado de la UNCuyo Carmelo Cortese (65). Él estuvo expulsado durante 5 años y pudo volver ("gracias a Luis Triviño, el primer decano desde la vuelta de la democracia", aclara) y completar la carrera con un plan especial para "alumnos expulsados". "A la sociología la amo, es una forma de vida", acota quien cumplió 30 años como docente el año pasado.

"Es importante seguir estudiando carreras sociales, que refuercen el tejido social. Hoy la universidad pública es un sesgo de lo que pasa en el país, donde predomina un discurso vacío y sin nadie preocupado por tener una visión crítica. Pero la sociología es el bastión que le queda a la educación pública", sintetizó Mario Vargas (38), quien egresó en 2004 y hoy es un activista en colectivos LGBT.

Espíritu crítico

Francisco Leiva Hita, Benigno Martínez Vázquez, Julio Soler Miralles, Dardo Pérez Guilhou, Alejandro Rey Tudela, Orlando Molina Cabrera, Enrique Zuleta Álvarez, Emilio Mignone y Horacio Godoy Leiva son solo algunos de los nombres que resultaron claves en la antesala y durante la creación de la carrera en la UNCuyo, a finales de los 60.

Sin embargo, no se trató de un fenómeno aislado y caprichoso. Según la magister en Sociología Marcela Ficcardi, la disciplina estaba presente en los orígenes de la UNCuyo. "Desde 1939, diferentes planes de estudio, profesores y equipos de investigadores contemplaron a la Sociología como una disciplina validada y puesta entonces al alcance de los estudiantes en la formación universitaria", destacó la referente, quien agregó que "hacia mediados del siglo XX, el modelo de país propiciado por el peronismo y sostenido por la Constitución Nacional de 1949 posicionó a las ciencias políticas y sociales en la UNCuyo como proyecto de formación política y ciudadana para todos los estudiantes universitarios".

Incluso, en la etapa post peronista también hubo una “sociología de la modernización” que permitió reincorporar a docentes que habían estado distanciados del peronismo.

“Yo ingresé a la carrera en 1971. En 1976, con el golpe de Estado, hubo una intervención militar y en Mendoza cerraron 3 carreras: dos provinciales (la de Periodismo y la de Antropología Escolar), y la de Sociología en la UNCuyo”, rememoró Cortese, quien aclaró que al principio la carrera compartía un ciclo común de 2 años con Ciencias Políticas.

Cortese agregó que entre 1986 y 1987, con el sello personal de Triviño, “fuimos muy influenciados por una camada de docentes comprometidos. La carrera siempre tuvo vicisitudes de acuerdo al marco social, como ocurrió en los 90 con el neoliberalismo. Siempre ha habido un marco de fricción que se ha mantenido. Y la carrera mantiene un mayor sentido totalizador a la hora de ver en conjunto las relaciones entre lo económico, lo político y lo social”.

La ex diputada nacional Graciela Cousinet (69) -y ex decana de la facultad- ostenta con orgullo el honor de ser la primera egresada: "Ingresé en el 68, apenas abrió la carrera. Y de esa primera camada -1973- fuimos muy pocos los egresados: 8. En una época se había convertido en una carrera novedosa y de moda, sobre todo en Buenos Aires, que había comenzado con una concepción positivista. Pero luego hubo todo un movimiento para convertirla en algo crítico, y así fue como llegaron a considerarla subversiva".

Si bien ya había egresado, Cousinet sufrió las consecuencias de la dictadura como docente en la facultad. "Comenzó en 1975, con la 'Misión Ivanissevich', que se dio primero en las universidades y era la muestra de la derechización del peronismo. Allí cesantearon a todos los docentes, hasta que en 1976 cerró la carrera de Sociología. Yo había comenzado el profesorado y las actas de cesantía especificaban que era 'por ser causa real o potencial de subversión'", recordó.

En 1984 participó del nuevo plan de estudios para reabrir la carrera en 1985. "Luis Triviño fue un verdadero demócrata, que hizo un gran esfuerzo para reincorporar a todos los alumnos y profesores", sintetizó.

Mario Vargas ingresó en 1997 y egresó en 2004, por lo que atravesó la carrera en el peor momento de la crisis política y social argentina de comienzos de siglo. “La sociología es una carrera útil en tiempos de crisis. Porque empezamos a buscar respuestas cuando todo se desmadraba. Era estudiar y tratar de confrontar con un país que cambiaba todos los días, con 7 presidentes en una semana”, sintetizó.

Cada vez menos  alumnos

El director de la carrera de Sociología en la UNCuyo, José Luis Jofré, se refirió a una realidad que atraviesa la carrera desde hace más de una década: el marcado descenso de la matrícula de alumnos. Mientras que hasta 2004 había un piso estable de 100 aspirantes por año -llegando a los 120 por momentos-, desde entonces bajó a entre 50 y 60 -con picos de 70-.

“Existen dos explicaciones posibles. La primera tiene que ver con la apertura de estudios en profesorados, tecnicaturas y terciarios en otros departamentos u otras carreras. Y la otra tiene que ver con la apertura de la misma carrera de Sociología en otras provincias donde antes no estaba, y que lleva a que esos estudiantes no vengan a Mendoza”, destacó Jofré.

El sociólogo y docente destacó que están trabajando en políticas y proyectos para revertir esta situación, tratando de mejorar la difusión en la educación media.

“Hay como una especie de crisis en las ciencias sociales que va a tono con la época. Porque el énfasis de los vientos neoliberales lleva a que haya un desprecio a la historia y a la desideologización”, opinó Carmelo Cortese.

“Creo que la sociología se ha ido demasiado a lo teórico, con un muy alto nivel. Se ha convertido en una carrera muy exigente, y hemos descuidado los aspectos prácticos. El mismo Conicet ha apuntado más a las ciencias básicas que a las aplicadas; y los chicos buscan una carrera laboral con salida rápida, más corta y menos exigente”, acotó a su turno Graciela Cousinet.

La “anticelebración” de un sociólogo

El sociólogo y docente Marcelo Padilla no considera que se trate de un buen momento de la sociología, por lo que -desde su óptica- los 50 años de la carrera llegan con una "anti celebración".

“La sociología está hace décadas atravesada por la ferviente defensa de cofradías que no tienen otro objetivo que el interés de los propios miembros”, dice. Y agrega: “Hoy el sociólogo toma créditos para invertir en el ropaje académico donde los nombres y apellidos van precedidos de una dote. Investigaciones que no se leen más que en círculos íntimos, jornadas institucionales a las que se va a cumplir para luego pedir la ansiada certificación. Eso es la sociología en Mendoza hoy, una certificación”.

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