Mauro Bergoglio, sobrino del papa Francisco, contó en una charla televisiva que tenía dificultades económicas para viajar de Argentina a Roma para el funeral de su tío. “Estoy tratando de viajar. No se puede”, contó el joven el martes en el programa de Luis Novaresio por el canal A24.
Esta nota retumbó profundamente en Rita Mattiello, una dueña de una agencia de turismo. Debido a la noticia, la mujer decidió pagarle los pasajes para que pudiera ir al Vaticano para el último adiós al papa Francisco.
Mauro confesó que para su familia significaba un alto costo viajar a Italia. El joven es hijo de Oscar, uno de los cuatro hermanos de Jorge Bergoglio. “Me partió el alma escuchar que no podía viajar. Lo vi desamparado. Él y su señora deberían haber sido de los primeros en ser invitados para viajar de manera oficial”, dijo la dueña de la agencia de viajes.
“Soy muy creyente. Al principio tomé la decisión de hacerlo como un gesto de generosidad hacia el Papa, pero luego lo hice como algo de fe. Si uno puede hacer negocios, ¿cómo no ayudar en ciertos casos?”, reveló Mattiello.
Mientras la mujer compraba los pasajes a Roma, la producción del programa de Novaresio se contactó con el Registro Nacional de las Personas (Renaper), para que le tramitaran de forma urgente los pasaportes al sobrino de Francisco y a su esposa.
Luego agregaron, que gestionaron ante la parroquia Argentina en Roma un alojamiento para la pareja, debido a que la ciudad italiana está colapsada de gente tras el fallecimiento del papa.
Gracias a este conmovedor gesto, la pareja pudo viajar en la noche del martes hacia Roma para estar presente en la despedida de su tío. “Pudimos organizar todo en siete horas”, expresó la empresaria.
El recuerdo de su tío
Mauro Bergoglio recordó a Francisco como alguien “que siempre tuvo la intención de ayudar al prójimo, fue muy humilde”. El sobrino contó que solían hablar para los cumpleaños y que “siempre estuvo muy presente” pese a que no se veían seguido.
El joven contó que desde que el Papa se fue al Vaticano se comunicó con él por correo electrónico y por teléfono. “Siempre estuvimos conectados”, expresó.