Los jóvenes son más afectados por la desocupación. Qué sectores brindan mayores oportunidades para ellos y qué valoran.
Las habilidades blandas aparecen como clave para los jóvenes en el mercado laboral.
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Para los más jóvenes, acceder a su primer empleo es un gran desafío. Se atribuye en gran medida a la falta de experiencia y un mercado laboral al que en gran medida parece costarle darles la oportunidad de adquirirla. De hecho, la desocupación en ese segmento supera al resto.
“La inserción laboral es uno de los principales desafíos para los jóvenes que buscan su primer empleo”, advierte la consultora Adecco en un informe. Allí brinda algunas estrategias y recursos a tener en cuenta.
Explican que si bien las pasantías y prácticas profesionales son caminos tradicionales, existen otras alternativas como programas de Jóvenes Técnicos, Trainees, Jóvenes Profesionales y Aprendices, que permiten a los jóvenes desarrollar habilidades y ganar experiencia en el mercado laboral.
La Organización Internacional del Trabajo ha advertido que la tasa de desempleo mundial ascendía 5% al finalizar 2024: Sin embargo, entre jóvenes de entre 15 y 24 años llegó a 12,6%. En América Latina, la cifra es un punto porcentual superior en ambos casos, tal cual replicó France 24.
La tasa de desempleo juvenil hace referencia a jóvenes con capacidad de trabajar que no tienen empleo.
Se trata de un aumento de casi 3 millones de personas a nivel mundial respecto de 2023 y alcanzó a 85,8 millones de varones y 173,3 millones de mujeres en esa franja etaria.
En Mendoza, la desocupación en mujeres menores de 29 años es casi el doble que el indicador que engloba todas las edades, mientras que en varones alcanza al triple. Los datos corresponden al primer trimestre de 2024 según datos de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas. En ellas era de 6,8% sobre 6,9% y en el sexo masculino de 10 sobre 3,3%.
El CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) analiza los aspectos que afectan la inclusión de los jóvenes en el mercado laboral. Señala por las dificultades relacionadas con la educación: "Solo dos de cada diez estudiantes que comienzan la escuela primaria logran llegar al último año de la secundaria en el tiempo previsto y con un nivel satisfactorio en lengua y matemáticas", expresa. Además, menciona que hay una falta de habilidades blandas, como la constancia, la responsabilidad y la capacidad de adaptación, que son necesarias para desempeñarse en un trabajo.
"Para superar estos obstáculos, es esencial que los jóvenes tengan la oportunidad de adquirir experiencia laboral y acceder a su primer empleo. Ante esta problemática, en el Cippec planteamos la necesidad de promover una política de empleo joven que coordine los recursos ya existentes en tres grandes áreas: la oferta formativa, los incentivos a la contratación y la coordinación entre el Estado y los actores económicos", remarca.
Además, indica que la formación profesional debe darse tanto en entornos educativos como en puestos de trabajo y para ello, es necesario fortalecer y coordinar el ecosistema de formación profesional que involucra a centros educativos, empresas y sindicatos. Por otra parte, sostiene que "es crucial aumentar las oportunidades de aprendizaje práctico en ambientes laborales para quienes no están inscriptos en instituciones educativas formales" mientras que asegura que Argentina necesita una legislación eficaz para formar la nueva generación de trabajadores.
Como puede verse, las mujeres jóvenes son las más afectadas, ya que la desocupación promedio en Mendoza es de 6,1% de la población económicamente activa. “Los indicadores de desempleo han mejorado, sin embargo, sigue siendo más difícil para las mujeres conseguir un trabajo. Y ahí también me parece significativo que siempre la brecha más grande es en las tasas de subocupación, porque además tenemos más dificultades las mujeres por las tareas de cuidado para trabajar jornada completa”, dijo la licenciada en Sociología, Débora Robledo, de la Consultora Perspectivas.
Otra particularidad al respecto es que los últimos años, por el contexto económico, más jóvenes se vieron empujados al mercado laboral para complementar los ingresos de sus familias. Esto incluso en plena adolescencia, cuando aún asisten al colegio. Tal cual observan tanto en las escuelas como en la universidad, esto impacta en el desempeño, ya que acuden a clases cansados, empiezan a tener más ausentismo y muchos terminan por abandonar.
Adecco destaca que las pasantías y prácticas profesionales son una excelente oportunidad para los estudiantes que buscan adquirir experiencia real en su campo de estudio. “No solo les permiten construir una red de contactos y desarrollar habilidades clave, sino que también los posicionan mejor en futuras búsquedas laborales”, subraya la agencia.
Remarca que desde la perspectiva empresarial, estos programas representan una forma efectiva de evaluar talento joven, incorporar nuevas ideas y contribuir al desarrollo de futuros profesionales. “Si bien pueden existir desafíos, como la falta de remuneración o expectativas diversas, un programa bien estructurado puede mitigarlos y resultar una experiencia muy positiva para ambas partes”, explica María Sol Benedetic, RPO Project Manager de Adecco Argentina. “Es un win-win, siempre que se gestionen con un enfoque en el aprendizaje mutuo”.
Los programas de primer empleo están siendo adaptados a diversas industrias, con el fin de ofrecer a los jóvenes talentos una oportunidad para desarrollarse profesionalmente desde cero y alinearse con la cultura organizacional de las empresas. Sectores como tecnología, retail, consumo masivo, energía, servicios financieros, logística y manufactura destacan por su alta demanda de jóvenes sin experiencia.
Además, el empleo temporal o a tiempo parcial se presenta como otra opción para acceder al mercado laboral. Estas posiciones no sólo proporcionan flexibilidad, sino que también permiten a los jóvenes adquirir habilidades prácticas, establecer conexiones profesionales y construir un currículum sólido. Asimismo, estas experiencias ofrecen la oportunidad de explorar diferentes industrias y roles, ayudando a los jóvenes a definir su camino profesional.
Las habilidades blandas aparecen como clave para los jóvenes en el mercado laboral. Más allá de la formación técnica, las empresas están priorizando en los jóvenes habilidades esenciales como la comunicación, el trabajo en equipo, la adaptabilidad, la innovación y la resolución de problemas.
En cuanto a las habilidades técnicas, la tendencia apunta al dominio de herramientas tecnológicas, con un énfasis particular en el análisis de datos y el procesamiento de información.
Desde Adecco refieren a quienes buscan ingresar al mercado laboral por primera vez cuál es la clave: resaltar tanto las habilidades personales como la actitud positiva. María Sol Benedetic, experta en recursos humanos, ofrece algunos consejos para destacarse en los procesos de selección, incluso sin experiencia previa.
“Destacarse en un proceso de selección sin experiencia previa es totalmente posible si los candidatos enfatizan su actitud, motivación y preparación. Las empresas valoran la capacidad de adaptación y aprendizaje, más allá de la experiencia formal”, concluye Benedetic.
