Marcos “Elodiè” Estrella nunca imaginó que un día estaría en el corazón de una revuelta en las calles de Grecia, con fuego, gritos y caos a su alrededor. No era una protesta real, pero la tensión en el set de filmación de “Jason Bourne”, en 2016, era palpable. Entre cientos de extras, él fue elegido como figurante especial en una de las escenas más intensas de la película protagonizada por Matt Damon. Fue un golpe de suerte que le dejó buenos ingresos para invertir en herramientas para un trabajo estable y continuar con su “inestabilidad” en la música, lo que le permite seguir creando sin presiones ni condicionamientos comerciales.
Marcos nació en Luján de Cuyo hace 46 años y vive en Tenerife, Islas Canarias, desde hace 17. Viajó a España buscando un mejor pasar económico, menos inseguridad y el reencuentro con sus tres hermanos menores, ya radicados en el viejo continente.
En Mendoza, Marcos componía sus canciones mientras tocaba con varias bandas de diferentes géneros: trash, metal y house, entre otros. Después llegaron algunos años de conciertos acústicos sólo con su guitarra y algunos instrumentos pregrabados, en un bar lujanino de culto llamado La Pulpería. Allí versionó a los Peligrosos Gorriones, a Adicta y a otros grupos. “Estuvo bien, pero ya estaba aburrido en Mendoza. Era más o menos siempre lo mismo. Estaba pensando irme y hacer algo nuevo. Finalmente lo hice y la verdad es que acá vivo muy bien”, cuenta el músico.
El quinto disco, el 7 como amuleto y una oración misteriosa
Marcos lleva cuatro discos grabados. El primero, “Conserva”, lo grabó en Mendoza en 2007, mientras que “Verde” (2011), “Tu reloj” (2013) y “Biológico” (2019), los hizo en Tenerife. Cada disco suyo tiene una línea conceptual y su nombre va revelando, palabra a palabra, una oración que espera ir completándose con sus próximos trabajos.
El 7 es un número potente para el mendocino. El 7 de julio (mes 7) cumple años; el primer disco lo grabó el 7/7/2007 y busca completar su obra musical con un séptimo disco para hacer honor a su propia obsesión.
Sin embargo, no lo obsesiona clasificar su música en un género determinado y eso es parte -indica- de la libertad que siente a la hora de componer, grabar y mostrar su arte. Apenas se arriesga a definirse como un compositor alternativo, indie, o en contracorriente de la música comercial. “La búsqueda de géneros no me interesa para nada. Las canciones como salen van tomando su forma. Cada uno lleva esa canción a su propio universo emocional y no me gusta contaminar o confundir esa percepción del otro”, avisa.
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En Mendoza, Marcos componía canciones mientras tocaba con varias bandas. | Foto: gentileza
Su quinto disco es un EP. Se llama “Percibiendo” y enseguida Marcos aclara que es un “video disco”, ya que cada tema tiene su video grabado en vivo. De los cinco temas propios, cuatro son reversiones de los álbumes anteriores. Hay un solo tema nuevo: se llama “Tu dibujo tirado” y estará disponible en plataformas digitales desde marzo próximo. El resto, cuenta el mendocino, irá saliendo de a uno por mes hasta completar la publicación total del disco a mediados de este año.
Marcos no podía vivir de la música en Mendoza, pero aclara que tampoco lo hace en España. Justamente, asegura, para poder seguir disfrutando libremente y sin presiones comerciales a la hora de componer sus canciones. “Hace 30 años que hago música y hace 30 que no vivo de la música”, sintetiza. “Por ahí con la música gano unas cervezas, me ahorro en psicólogo, y tengo algunas entradas gratis a recitales. Vivir de la música también es vivir amistades. No dejar la música sí fue una decisión. Tal vez mi camino es seguir viajando y tocando por gusto”, reflexiona Estrella quien tocó en más de 200 conciertos a lo largo de tres décadas.
Figurante de Matt Damon y pintor en alturas
Uno de los trabajos que Marcos disfrutó en Canarias durante años, gracias a su formación en la Escuela de Cine en Mendoza, fue actuar como figurante (bolo actoral) en nada menos que 13 rodajes, entre películas y series. Es que Canarias -explica- fue durante mucho tiempo el escenario ideal para grabar películas. “Es un lugar cosmopolita y con gran variedad de paisajes que abarca montañas, bosques y mar”, cuenta.
Uno de sus principales desafíos fue en 2016 cuando trabajó como figurante especial en la película “Jason Bourne”, protagonizada por el actor de Hollywood, Matt Damon. “Éramos manifestantes violentos en Grecia. De 800 extras, unos 100 fuimos figurantes especiales. Ahí aprendí un montón, teníamos trajes especiales para actuar cerca del fuego y gané bastante plata”, rememora.
Los constantes trabajos como extra mermaron cuando el gobierno comenzó a subir impuestos a la producción audiovisual y los rodajes dejaron de convenir como antes en Canarias. Así fue como invirtió en un equipo de trabajo vertical para pintar paredes en lo alto de los edificios.
Desde hace casi una década Marcos combina su música con su trabajo en rascacielos. “He pintado dos veces paredes en un piso 16. Creo que soy bueno en eso. Y si no lo soy, tampoco muchos pueden ver con detalle a esa altura”, dice, entre risas.
Un Hare Krishna y un tattoo
Un gran y difuso tatuaje en su antebrazo izquierdo ostenta otra de las aficiones de Marcos. Ante la curiosidad de este diario, enseguida el mendocino explica que se trata de Vishnu, la imagen de una de las siete personalidades de Krishna, dios de un movimiento religioso hinduista.
“Es mi parte más pura, pero no soy un Krishna porque no soy tan puro (se ríe). Como carne, tomo cerveza, pienso en el sexo, pero me gusta su filosofía de vida”, dice Marcos, quien descubrió esa religión en Mendoza y la sigue en la isla española. “En Mendoza entré al templo por la música y la comida riquísima. Después me enganché con su mensaje”, remata.
Elodiè, la abuela a quien rinde homenaje
Elodiè es el nombre francés de su abuela materna y es a ella a quien Marcos Estrella le rinde homenaje con su nombre artístico.
“Mi abuela fue clave en mi vida. Nos prestaba su casa para ensayar con mis bandas de música. Ella me anotó en la Escuela de Cine y después me avisó porque no me veía convencido estudiando Diseño. Y la pegó, la verdad. Me sirvió mucho esa formación para hacer mi música más visual y tener trabajos en el mundo del cine aquí en España”, señala.
“Elodiè fue una grosa, una copada”, agradece el mendocino, convencido de que aquel Marcos adolescente que se pasaba horas tocando la guitarra y soñando con ser músico en la casa de su abuela estaría orgulloso de su versión adulta.
“Todo va muy rápido y somos muy inconformistas pero creo que, si ese Marcos me viera hoy, estaría orgulloso de mí porque el anhelo que tenía lo fui cumpliendo en Mendoza y ahora en España”, completa.