Este jueves, Robert Prevost fue designado como el papa León XIV. Más allá de su trascendencia mundial, el papa tiene un vínculo especial con los latinoamericanos, ya que también tiene ciudadanía peruana a pesar de haber nacido en Estados Unidos. En el país sudamericano misionó durante décadas y generó lazos en distintos puntos del continente.
En ese marco, el ahora Sumo Pontífice fue parte del noviciado de la Orden de San Agustín (OSA), en donde ingresó en 1977, y desde entonces es parte. Allí escaló al punto de lograr ser el superior general de la orden, donde tuvo contactos, entre tantas, con la parroquia San Agustín de la ciudad de Mendoza.
En nuestra provincia, el párroco actual, Julio Ríos, lo conoció en aquel entonces y contó su experiencia. Ayer, en diálogo con TN, Ríos manifestó que recuerda su sencillez y humildad. A la distancia, Ríos celebró con alegría que haya sido elegido como nuevo pontífice.
La parroquia de la Orden de San Agustín de la ciudad de Mendoza
Julio Ríos, párroco de Mendoza, recordó la humildad de León XIV.
“Hemos tenido la suerte de poder compartir con él cuando era superior general de la Orden de San Agustín. Con un grupo de compañeros estábamos en la formación inicial, haciendo nuestra filosofía y estudiando teología, en preparación a recibir primero los votos religiosos y luego la ordenación sacerdotal”, recordó el párroco sobre sus primeros contactos con quien hoy se convirtió en León XIV.
“Él nos visitaba regularmente y era una ocasión de mucha alegría para nosotros. Es así como lo viste, que ahora lo presenciamos por televisión. Es sencillísimo, humilde, un hombre muy bueno y fue muy cercano a nosotros”, describió sobre la personalidad de Prevost, y de lo que será su forma de liderar espiritualmente en la Santa Sede.
Además de la cercanía y la buena relación que se generó en sus reiteradas visitas a la parroquia mendocina, la noticia de que haya sido electo como papa lo agarró desprevenido a Ríos. “Compartimos ratos de formación, de diálogo, de comidas. La verdad que no deja de sorprendernos verlo en esta situación, pero al mismo tiempo es una alegría”, aseguró el párraco en el móvil.
“Es un hermano. Compartimos una comunidad, vivimos de dos a o tres, compartimos el trabajo en la parroquia o en el colegio donde nos toque”, sumó. La parroquia que Robert Prevost visitó se encuentra ubicada en el Barrio Bombal, en la esquina de Hipólito Yrigoyen y 9 de julio, zona residencial en su mayoría.
Cabe destacar que la extendida actividad pastoral de León XIV en América Latina lo unió con dicha sede. Para los agustinos, su nombramiento es una alegría significativa al ser el primer papa de la orden. Actualmente, el legado de los agustinos se extiende a más de cuarenta naciones. Se enfocan en una variada gama de actividades como educación, misiones, pastoral parroquial, formación teológica y trabajo social, como Prevost.
Asimismo, en entornos urbanos y multiculturales, su influencia es particularmente prominente al fomentar la comunidad. Este enfoque les permite integrarse en diversas culturas. Se adaptan a las necesidades sociales y espirituales de los lugares donde se establecen, lo que refuerza su compromiso con la cohesión y el servicio comunitario.
En ese marco, el párroco de Mendoza destacó el trabajo que tiene por hacer en este nuevo rol que ocupará como papa: “La Iglesia te puede encomendar servicios, él ahora está en un cargo de absoluto servicio. Siervo de los siervos de Dios”. Luego, por la caracterización de los agustinos, Ríos se animó a intuir por donde irán las acciones del Sumo Pontífice.
“Lo lindo de esta vida religiosa agustiniana es que nosotros podemos estudiar en un lugar donde se da una educación buena, pero también sabes que todo conocimiento, todo lo que uno pueda adquirir, es para el servicio del pueblo de Dios”, explicó. Y aseguró: “Entonces si te mandan a un lugar de misión, sumamente pobre, como donde él estuvo casi 20 años. Un lugar donde no hay ni luz ni agua, sabes apreciar eso que te ha dado la Iglesia para que lo puedas poner al servicio”.