La nena que sufrió bullying en Tupungato sigue sin poder volver a clases y necesita ayuda para trasladarse

Luego de que su caso se viralizara, la niña -quien ya cumplió 6 años- comenzó con clases virtuales desde su hogar. La escuela a la que quiere cambiarse está a 8 km de su casa.

Imagen ilustrativa. Archivo Foto: Orlando Pelichotti/ Los Andes
Imagen ilustrativa. Archivo Foto: Orlando Pelichotti/ Los Andes

En abril, una nena que vive en Tupungato se convirtió en noticia en Mendoza y en todo el país luego de que se filmara a sí misma –llorando- mientras contaba que estaba cansada de que le hicieran bullying en la escuela.

En el video, que fue subido a las redes sociales y compartido por sus padres con la idea de concientizar sobre el martirio del bullying, se va niña de 5 años por entonces –y cuyo nombre se mantiene en reserva para no exponerla a revictimizaciones- llorando desconsoladamente y diciendo que no quiere ir más a clases.

A casi dos meses de ese video –que no tardó en viralizarse-, la vida de la pequeña sigue siendo por demás tormentosa. El 9 de mayo cumplió 6 años, pero no ha podido regresar presencialmente a clases. Desde que se conoció la situación, la niña comenzó a cursar con la modalidad de educación a distancia desde su casa y ella misma se propuso –junto a sus padres- no volver a la escuela a la que asistía en el distrito de La Arboleda (Tupungato).

En sintonía, la nena manifestó su deseo de cambiarse a una escuela del distrito de Dubois –también en Tupungato-, donde asisten dos primitos de su misma edad y que están también en primer grado.

La niña que sufrió bullying en Tupungato sigue sin poder volver a clases y necesita ayuda para trasladarse. Foto: Imagen ilustrativa.
La niña que sufrió bullying en Tupungato sigue sin poder volver a clases y necesita ayuda para trasladarse. Foto: Imagen ilustrativa.

Sin embargo, los padres de la nena se encuentran ante una nueva dificultad: no tienen cómo llevar a su hija todos los días a este establecimiento, ubicado a 8 kilómetros de donde viven.

“El cambio de escuela salió cuando lo pedimos y no hubo ningún problema. El tema es que, para poder ir, tiene que tomarse un micro que tiene la parada frente a la escuela a la que iba antes. Y ella no quiere ni ver ni pasar cerca de la escuela a la que iba antes. El otro día teníamos que llevarla a la salita de salud del lugar y como tenía que pasar por la vereda de la escuela, nos pidió que la llevemos directamente al hospital”, destaca Juan Carlos, el padre de la nena a Los Andes, describiendo la situación.

Aunque la familia de la niña ha solicitado un subsidio para poder costear un transporte que la traslade desde su casa en La Arboleda hasta la nueva escuela en Dubois, no han obtenido una respuesta favorable todavía. Y tanto la niña como sus padres están realmente desesperados. “Ella necesita volver a clases presenciales y está entusiasmada con ir con sus primitos. Yo la llevé a recorrer otras escuelas en el centro, más cerca de donde vivimos, pero me dijo no quería porque le daba miedo. No sé qué es lo que se le cruzará por la cabeza, pero no hay dudas de que ella busca que los primitos la defiendan”, sigue el papá de la nena.

Tras la viralización del video, la nena de Tupungato toma clases en su casa

Una vez que el caso de bullying en la escuela a la que asistía la niña se viralizó y trascendió en las redes sociales y en los medios, se decidió que la niña continuara con el cursado de su primer grado de forma virtual, sin moverse de su casa.

“Mi hija sigue sin poder ir a la escuela y sigue con las clases virtuales en casa. Ella está aprendiendo y ha avanzado un montón gracias a mi señora y a mi hija, que le enseñan. Todos los días le mandan la tarea a las 8 y a las 12 la tiene que mandar de vuelta, hecha. Está con clases de Matemática y de Lengua. Pero no está teniendo Música, Plástica ni nada”, destacó el padre de la niña, quien se gana la vida como trabajador rural y actualmente está desempleado.

La niña que sufrió bullying en Tupungato sigue sin poder volver a clases y necesita ayuda para trasladarse. Foto: Imagen ilustrativa.
La niña que sufrió bullying en Tupungato sigue sin poder volver a clases y necesita ayuda para trasladarse. Foto: Imagen ilustrativa.

Ya con la autorización para cambiarse de escuela y con todos los papeles en orden para retomar primer grado en la escuela de Dubois, es la movilidad y el traslado diario al nuevo edificio el que complica el día a día y la vida de la niña y su familia.

“Lo que estamos pidiendo es ayuda para poder pagar un transporte, para que ella pueda volver a la escuela. Está ansiosa y entusiasmada de poder cursar con sus primitos. Le pedimos a la gente de la DGE y de la Municipalidad que nos facilitara un subsidio para que pudiera volver a clases, nos dijeron que lo iban a analizar y me pidieron que buscara precios. Yo averigüé en remiserías y encontré que la más barata nos cobraba 2.500 pesos por día para llevarla y traerla, mientras que las más caras cobraban 3.000 pesos. Pasamos esta información a las autoridades y ayer (por el lunes) nos avisaron que no podían darnos un subsidio y que la única forma era que fuera y volviera en micro”, destacó Juan Carlos con desesperación.

“Es como si fuera el infierno para ella”, dijo el papá de la nena de Tupungato

La alternativa de ir y volver a la escuela de Dubois en micro tiene algunos aspectos que llenan de angustia a la familia. Por empezar, el hombre destaca que debería llevar a su hija de 6 años todos los días en moto y a las 7 de la mañana para dejarla en la parada. “El micro pasa 7:40, 7:50 y yo no quiero que ella quede expuesta a cualquier cosa que le pueda ocurrir, más con este frío”, destaca con preocupación el hombre.

Pero a ello se le suma el hecho de que la parada donde la niña debería tomarse el micro para ir a clases está en frente a la entrada de la escuela a la que asistió hasta comienzos de abril. “Ella no quiere saber nada con el lugar, no quiere ni siquiera pasar cerca. Con solo nombrársela o recordarla es como si se le hablara del infierno a ella”, sigue su padre.

En búsqueda de ayuda

La situación familiar no es la mejor para la niña que dejó de ir a clases en abril y luego de que sufriera en primera persona el bullying de sus compañeros. Juan Carlos se desempeñaba como trabajador rural –trabajaba en la papa-, pero hace 3 meses está desempleado. A ello se suma que recientemente fue operado de apendicitis, por lo que debe guardar reposo. Y él mismo reconoce que consiguen algo para comer gracias a algunas donaciones de mercadería que les hacen amigos.

Su esposa –y madre de la pequeña- es ama de casa y en sus miradas se evidencia la angustia y la preocupación que gira en torno a una única prioridad: qué hacer para que su hija vuelva a la escuela.

Ante la negativa a recibir un subsidio, a la familia le han prestado un CBU para que –quienes puedas y quieran- los ayuden con dinero para poder enviar a clases a su hija, Los datos son CBU: 0110531530053114780929, alias: Pinza.Rulo.Color.

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