La familia mendocina que empezó haciendo alfajores para enfrentar la crisis y hoy están entre los mejores del país

Cuando en 2008, en medio de una situación económica que los agobiaba y con el agua cada vez más cerca del cuello, Rodrigo Sitta y su padre comenzaron a hacer alfajores para tener “un ingreso extra”, probablemente ni se imaginaron que 14 años después aquellos productos que elaboraban sin siquiera un envoltorio y repartían en bandejas se convertirían en uno de los mejores alfajores del país.

Y es que en aquel entonces ni siquiera habían pensado en instalar su propia fábrica, ni mucho menos en el nombre que hoy llevan -”Portal del Viento”- y que les permitió alzarse con 4 premios en la más reciente edición de la Fiesta Nacional del Alfajor (celebrada en La Falda, Córdoba).

Mundial del alfajor: cuándo es y cómo será la elección

”En 2018 estábamos a punto de cerrar la pyme que habíamos podido abrir con mucho esfuerzo junto a mi familia cuando nos llegó la primera invitación a la Fiesta Nacional del Alfajor en La Falda. ¡Hasta tuvimos salimos a comprar algo de materia prima de último momento para hacer algunos pocos alfajores y poder ir! Fuimos con mi esposa, pero tranquilos, más que nada como si fuera una segunda luna de miel. Y estando allá escuchamos que por el altoparlante anunciaban que habíamos ganado un premio como ‘alfajor exótico’ por el que hicimos de Malbec. Eso nos volvió a poner en marcha”, recuerda Rodrigo, acompañado por su esposa, compañera de vida y socia en el emprendimiento, Victoria Panissidi.

En la última edición de la Fiesta Nacional del Alfajor, que se celebró el fin de semana XL de octubre en Córdoba, los alfajores de “Portal del Viento” fueron premiados con el primer lugar en la categoría “Alfajor de fruta”, con el segundo lugar en “Alfajor exótico” y distinguidos, además, como el alfajor de dulce de leche más rico. Todo esto fue coronado, además, con el reconocimiento por haber presentado el mejor stand durante el evento.

”Esto que comenzó hace ya varios años como una idea para hacerle frente a la difícil situación económica, hoy se ha convertido en un sueño familiar. Al principio éramos mi papá Daniel y yo, usándole la cocina a mi abuela para poder hacer los alfajores y venderlos en los almacenes del barrio. Y hoy estamos con mi esposa Victoria, mis hijos Chiara, Giovanni y Ana y todos los chicos que trabajan en la fábrica y en los locales, y que nos sentimos todos parte de una gran familia”, resume Rodrigo Sitta, uno de los responsables de los alfajores “Portal del Viento”.

Remando en dulce de leche

Fue en una casa del barrio Palumbo (Godoy Cruz) donde Rodrigo y su padre Daniel hicieron sus primeros alfajores para vender en 2008. “Fue por una cuestión de necesidad económica y ante una situación complicada. Empezamos a hacer alfajores en la casa de mi abuela, en su cocina. Los preparábamos mientras tomábamos mate y salíamos a venderlos a los kioscos del barrio”, recuerda Rodrigo.

Poco a poco el emprendimiento familiar fue creciendo, dejaron la cocina de la abuela y alquilaron una casa en la zona para poder instalar una especie de fábrica –que no era más que un espacio con más bandejas y ollas- y seguir con lo que ya se había convertido en su especialidad. En simultáneo, no solo siguieron enfocados con los almacenes del barrio, sino que abrieron la zona de distribución a Maipú y a Guaymallén también.

Cinco años después, en 2013 y ya con un prestigio merecidamente ganado, los Sitta alquilaron un local pequeño en el barrio Trapiche (también de Godoy Cruz) y el emprendimiento familiar empezó a tomar forma de pyme, aunque nunca perdió ese sello de “familiar”.

“No teníamos venta al público en el lugar, pero ya contábamos con habilitación. El tema es que ese año atravesamos otras crisis y las ventas fueron muy flojas. A tal punto de que en septiembre de 2018 estuvimos a punto de cerrar. Ya hasta habíamos tomado la decisión”, rememora uno de los responsables de alfajores “Portal del Viento”.

La invitación que cambió todo

Ya sea de forma milagrosa, obra del destino o simplemente porque así debían suceder las cosas, en ese momento de máxima desesperación llegó la invitación que cambió el presente –pero, sobre todo, el futuro- de la empresa. Desde la Municipalidad de La Falda, en la provincia de Córdoba, los convocaron a participar por primera vez de la Fiesta Nacional del Alfajor.

”Técnicamente habíamos cerrado ya, por lo que decidimos participar de la fiesta y la idea era vender todo lo que nos quedara después. De hecho, no quedaba gente trabajando en la fabricación, por lo que salimos a comprar algo de último momento y en familia nos pusimos a preparar los alfajores; mi señora, mi hija, mi viejo y yo. ¡Otra vez habíamos vuelto a los orígenes familiares!”, destaca entre risas Rodrigo. Y recuerda que en esa ocasión los invadió una mezcla de entusiasmo y tristeza. Pero ya en Córdoba notaron que la suerte (o el destino o lo que fuera) estaba cambiando otra vez.

”Mientras estuvimos allá, la gente nos volvió locos y nos quedamos sin alfajores”, repasa Sitta. A ello se sumó la confirmación de que el alfajor de malbec de “Portal del Viento” había ganado un premio en la categoría “Alfajor exótico”. Más allá de que era la última acción como empresa–o al menos así lo habían decidido hasta entonces-, en 2018 viajaron a La Falda con alfajores de coñac, malbec y ron. “Siempre intentamos diferenciarnos con esos alfajores, un poco distintos”, explica Rodrigo.

La Fiesta del Alfajor 2018 marcó un antes y un después para la familia de “Portal del Viento”. El regreso a Mendoza los encontró entusiasmados de nuevo, no solo a ellos desde lo personal, sino también al público en general. Antes de viajar a La Falda vendían 5 o 6 cajitas, como mucho, mientras que cuando volvieron a pisar suelo mendocino volvieron a recibir pedidos por montones de distintos comercios. Para ese entonces, la marca ya tenía su identidad y su packaging también.

Llegó diciembre de 2018, y lo que era una decisión prácticamente tomada de bajar la persiana se convirtió en la búsqueda de otra locación para que los alfajores sigan creciendo. “Se nos venció el contrato de alquiler y nos arriesgamos alquilando un local en la esquina de Perú y Las Heras, de Ciudad de Mendoza. Ahí crecimos un poquito más y pudimos poner venta al público, además de una pequeña fábrica en el segundo piso”, recuerdan Rodrigo y Victoria.

Bueno conocido

El octubre de 2019, para la nueva edición de la Fiesta Nacional del Alfajor, los productos de “Portal del Viento” obtuvieron dos premios más. Y el objetivo ya incluía abrir un nuevo local en calle Patricias Mendocinas, también del centro. Pero, como le ocurrió a millones de personas, el inicio de la pandemia de Covid-19 y las restricciones de los primeros días volvieron a hacer tambalear los proyectos.”Parecía que el mundo se nos venía debajo de nuevo, pero con el confinamiento creció muchísimo la venta de delivery y nosotros vendimos muchísimos alfajores. Logramos combatir la crisis durante la pandemia y en ese momento se sumaron distribuidores de otras provincias para comercializar los alfajores”, contaron.

La misma pandemia llevó a que en 2020 la Fiesta Nacional del Alfajor en La Falda no se celebrara, pero en 2021 el regreso fue triunfal para los mendocinos. “Participamos con el alfajor de amarula y ganamos un premio en la categoría de ‘Alfajor original’”, repasaron los fabricantes de alfajores mendocinos.

Ese mismo alfajor de amarula fue el que les valió una medalla de bronce en la categoría ”exóticos” durante la más reciente edición del mundial de alfajores, que también tuvo lugar este año en Buenos Aires. “Lo nuestro siempre ha sido hacer alfajores exóticos”, se sinceran Sitta y Panissidi.

La actualidad y los proyectos futuros

Actualmente, “Portal del Viento” cuenta con 35 variedades de alfajores. En cuanto a los premiados recientemente en la Fiesta Nacional, se destacan el de chocolate blanco relleno de frambuesa y coco (que se alzó con el primer lugar en ‘Alfajor exótico’) y aquella variedad ahumada y con un toquecito de merkén (aliño a base de ají), relleno de dulce de leche. Según cuenta Rodrigo, esa idea salió de su hija mayor, Chiara.

”Nunca habíamos obtenido un primer lugar y pudimos hacerlo con el alfajor de frambuesa y coco. La verdad es que la respuesta de la gente ha sido increíble, y uno todavía no termina de caer”, piensa en voz alta Rodrigo Sitta.

En cuanto a los proyectos futuros, la familia tiene en mente inaugurar su fábrica en la ruta 82 –zona de Vistalba-, con un café para atención al público en el lugar, además de sumar franquicias en otras provincias. La prioridad central es mantener en todo momento la calidad artesanal.

Además, mantienen sus locales en el centro mendocino en Avenida Las Heras 426 y en Patricias Mendocinas 1.190 (ambos en la Ciudad de Mendoza). Y también tienen venta virtual en sus redes sociales (Instagram @portaldelviento y Facebook alfajoresportaldelviento) y víaWhatsApp al 2616852321.