El matrimonio y los 4 niños que vivían en tierras que adquirió Abel Pintos ya está instalado en su nuevo terreno. Lo van a comprar en cuotas y, con ayuda de la comunidad, comenzaron a levantar ellos mismos la casa.
La familia desalojada de tierras de Abel Pintos hace un mes compartió las felices fotos en su nueva casa. Foto: Instagram
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"Los sueños no se desalojan". Con esa frase, tipo slogan y acompañada de un emoji de arco iris, Alberto "Tito" Angulo, su esposa Yésica Ferreira y sus cuatro hijos -de 15, 13, 10 y 5 años- se han propuesto dar vuelta la página y, como cantaba Alejandro Lerner, "volver a empezar".
Tras ser desalojados el 28 de mayo por disposición judicial de la vivienda que habían construido en un lote que adquirieron en Lavalle -y luego de una imprevista disputa judicial con el artista Abel Pintos y un socio-, la familia Angulo Ferreira ya inició la construcción de su nueva casa. La están levantando ellos mismos, como ocurrió con la primera.
"Es impresionante el cariño de toda la gente. Nos están ayudando de todo el país", resume Angulo, quien -junto a su esposa- suele compartir en su cuenta de Instagram los avances de la construcción en este nuevo terreno en Jocolí Viejo (también en Lavalle) y donde se han propuesto comprar un pequeño terreno. Y en esta red social donde han fijado su slogan, que ya se ha convertido en una forma de vida.
Luego de que el fiscal Juan Carlos Alessandra ordenase el desalojo del lote ubicado en San Francisco (Lavalle) y que la familia adquirió en febrero de 2024 -se encuentra dentro de 93 hectáreas que adquirió Abel Pintos para un emprendimiento-, la familia se instaló en otro terreno.
Se trata de un reducido sector en la granja de un amigo de Angulo y quien le ofreció a la familia desalojada comprarla para construir su nueva casa. Los Angulo Ferreira ya le pagaron la primera cuota al propietario, comenzaron con las excavaciones y hasta compraron un primer cargamento de ladrillos. Todo lo hicieron gracias a la ayuda que están recibiendo desde todo el país y que se ha multiplicado luego de que Los Andes hiciera pública su historia.
"Vamos caminado, vamos saliendo. La semana pasada terminé unos trabajos que ya me habían pagado, y ahora estoy terminando otro. Pero he podido volver a trabajar, y eso nos va a ayudar salir más rápido", describe "Tito " Angulo.
Buenos Aires, Neuquén, Misiones y Chaco son solo algunas de las provincias donde viven las cientos de personas que se han solidarizado con la situación de la familia mendocina y quienes les han escrito para enviarles fuerzas (que se suman a la ayuda material y económica).
"Todo esto nos ayuda un montón, porque sabemos que no estamos solos. Mucha gente ha colaborado, pero otra también nos habla dándonos fuerza y la verdad que nos hace muy bien.
Ya habiendo pagado la primera cuota del terreno de su nueva vivienda y con el terreno limpio y los pozos cavados, llega el momento de iniciar la construcción propiamente dicha. La familia recibió hace unos días el primer camión con ladrillos que compró, siempre gracias a la ayuda de la comunidad.
La idea es poder adquirir cuanto antes los áridos (arena y ripio) y el cemento. Incluso ya les pasaron un presupuesto cercano a los 590.000 pesos. Cancelar ese pago para recibir los materiales cuanto antes e iniciar el armado del contrapiso es el próximo objetivo.
"La casa va a ser una platea, hay que hacer el piso primero, y ahí empezar con los ladrillos. Por el momento no tengo para ponerle fierros, así que la voy a hacer a la antigua, con ladrillo trabado. Ya con el contrapiso vamos a empezar a sentar los ladrillos", destaca el hombre, quien ha trabajado toda su vida en la construcción.
Entre quienes se han comunicado para ofrecerles ayuda material, una mujer se comprometió a darles las puertas de la casa, mientras que han recibido también una mesada y una mochila para el inodoro.
Clavos, alambre, nylon e, incluso, remanentes de áridos son más que bienvenidos por la familia para quienes puedan y deseen colaborar.
Alberto Angulo deja su número de teléfono para quienes quieran comunicarse con él y ofrecerle algo de ayuda (2613 344989), mientras que vía Instagram se pueden ver avances en la que, de no mediar inconvenientes, será su nueva casa (https://www.instagram.com/angulo.ferreira/).
Alberto Angulo y su esposa comenzaron a construir su casa en febrero de 2024 en San Francisco. Habían comprado el lote a un hombre de apellido Morales, quien tenía los títulos posesorios de los terrenos y a quien contactaron por Facebook.
Sin embargo, el artista Abel Pintos y un socio -Marcelo González- adquirieron 93 hectáreas en el lugar (entre las que se encontraba este lote) a un banco privado, quien era el dueño de las tierras y tenía los títulos registrales.
Así fue como, cuando Pintos y González llegaron al lugar -donde tienen previsto instalar un emprendimiento productivo y educativo- se encontraron con esta familia viviendo. Ese fue el inicio de una disputa legal, que culminó con la imputación de Angulo y Ferreira por "usurpación de inmueble" en marzo y con la efectivización del desalojo el 28 de mayo pasado.
Con camiones que les prestó la Municipalidad de Lavalle, la familia se llevó la mayoría de los materiales con que habían montado la humilde y precaria vivienda. Y los llevaron a este nuevo predio donde, sueñan -una vez más- construir su casa.