Tras 41 años en Mendoza y toda una vida en cautiverio, el elefante Tamy falleció el martes. Ayer le realizaron la necropsia y, a la espera de los resultados oficiales, ya hay algunos indicios preliminares.
Elefante Tamy: qué se sabe de su muerte a la espera de los resultados oficiales de la necropsia. Foto: Archivo Los Andes
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El elefante asiático Tamy, único de su especie que quedaba en el Ecoparque de Mendoza y aguardaba por su traslado a un Santuario de Brasil, falleció el martes 24 de junio por la mañana. Tenía 55 años, 41 de ellos los pasó en Mendoza (en el Zoo, luego reconvertido a Ecoparque) y toda su vida había sido condenada al cautiverio.
El miércoles 25 de junio comenzaron los trabajos relacionados a la necropsia del elefante Tamy para determinar científicamente las causas específicas de su fallecimiento. Y, aunque los resultados definitivos no se conocerán sino hasta dentro de, al menos, 20 días; ya hay algunas consideraciones importantes a resaltar.
Los trabajos y análisis en el cadáver de Tamy se extendieron durante gran parte del miércoles. De hecho, recién cerca de las 21 de ayer culminaron y ahora todo se derivará a Buenos Aires para arribar a las conclusiones definitivas, proceso que puede llegar a tomar entre 20 y 40 días.
No obstante, según destacaron desde el Ministerio de Energía y Ambiente, a grandes rasgos y a primera vista no se observaron anomalías considerables. Los especialistas que revisaron al elefante asiático identificaron afecciones en algunos de sus órganos, aunque -a priori- no asoman como alarmantes (aunque esto queda sujeto a los estudios futuros).
Los antecedentes de la elefanta Pocha fueron claves también al momento de llevar adelante la necropsia de Tamy. Y es que esta otra elefanta asiática que vivió en Mendoza y quien fue trasladada al Santuario de Elefantes de Brasil en 2022 junto a su hija Guillermina (Tamy era el papá de Guille), falleció por una falla renal en Mato Grosso y se hallaron síntomas compatibles con tuberculosis humana.
Por esto mismo es que, para analizar el cuerpo sin vida de Tamy, ayer los especialistas adoptaron medidas de seguridad muy minuciosas. Entre otras cosas, utilizaron mamelucos especiales, y, a primera vista, no se identificaron indicios de tuberculosis en la ex pareja de Pocha.
Durante las horas posteriores a la confirmación del fallecimiento de Tamy, el director de Biodiversidad y Ecoparque, Juan Ignacio Haudet destacó que la primera presunción estaba relacionada a una muerte súbita, aunque condicionó la confirmación a los resultados de la necropsia.
"Tamy nunca había tenido un abordaje de contacto, a él nunca se le sacó sangre ni se le hizo una baja de trompa, porque era un animal muy territorial. Se estaba trabajando con él desde hacía dos años como para empezar a ganar su confianza y que nos permitiese hacer esto. Ahora hay que estudiar completamente su cuerpo y ver qué es lo que tenía adentro para entender si hubo alguna otra causa que no estábamos viendo desde afuera", destacó Haudet.
Pocha y Guillermina fueron las dos elefantas de Mendoza que partieron primero al Santuario de Brasil. A más de 3 años de este hito -que fue seguido por cientos de miles de personas-, Kenya (elefanta africana) se prepara para seguir estos mismos pasos y completar los 3.600 kilómetros que separan a Mendoza de Mato Grosso (unos cinco días de viaje).
Kenya -de 44 años- está terminando de adaptarse a la caja jaula en que completará el recorrido por vía terrestre. Y la idea era que, una vez que llegara Kenya a Brasil, partiera Tamy. Él sería el último en llegar al Santuario de Brasil, y hasta había comenzado su entrenamiento. Pero con su triste fallecimiento quedó trunca esta idea.
De regreso a Kenya, todos los papeles -tanto argentinos como brasileños- están al día, así como también su certificado veterinario. No obstante, y a raíz del cimbronazo que se ha generado con la muerte de Tamy, desde Ambiente y Energía prefieren no hablar de fechas concretas para el traslado.
Al igual que ocurrió con Pocha y Guillermina, será la propia Kenya quien decida cuándo será el momento de emprender el viaje más importante de su vida.
Nacido en 1970, Tamy vivió siempre en cautiverio. Previo a su estadía forzosa en el ex Zoológico de Mendoza (hoy reconvertido a Ecoparque), era una de las "atracciones" de un circo colombiano.
En 1984, cuando el "Circo de los Hermanos Gasca" pasó por Mendoza, Tamy era parte de su staff. Sin embargo, cuando intentaron cruzar hacia Chile, se encontraron con que el animal necesitaba de autorizaciones especiales y no contaban con ellas. Así fue como se dejó a Tamy en como "donación" el entonces Zoo mendocino.
Cuando Tamy llegó a Mendoza tenía 14 años y fueron 41 los que vivió en cautiverio en la provincia. En ese tiempo se emparejó con Pocha y nació la cría de ambos, Guillermina. Luego del nacimiento de Guille, el macho estuvo en un recinto separado.
En 2023, Tamy había recibido una primera visita para comenzar con el entrenamiento. Sin embargo, muchas cosas cambiaron desde entonces y las condiciones hostiles del cautiverio llevaron a que Tamy desarrollara algunos dolores de articulaciones, por lo que permanentemente se estuvo trabajando en el monitoreo de su salud.
Desde hace una década, la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque, junto a la Fundación Franz Weber y el Santuario de Elefantes de Brasil, trabajaban de manera sostenida en un plan de reconversión que incluyó el reacondicionamiento de su espacio, un protocolo de atención veterinaria y un sistema de entrenamiento positivo.
Además, Tamy había sido evaluado por profesionales del Santuario, quienes recomendaron ajustar su medicación, enriquecer su dieta y adaptar su recinto para acompañar los efectos del envejecimiento y los daños ocasionados por décadas de cautiverio.
