En esta nota abordaremos el impacto de la iluminación artificial en la salud visual y consejos para proteger los ojos en un mundo iluminado artificialmente por lámparas y pantallas.
En esta nota abordaremos el impacto de la iluminación artificial en la salud visual y consejos para proteger los ojos en un mundo iluminado artificialmente por lámparas y pantallas.
1. Fatiga visual digital:
Una de las preocupaciones más comunes relacionadas con la iluminación artificial es la fatiga visual digital, también conocida como síndrome de fatiga visual por computadora. Esto ocurre cuando se pasan largas horas frente a pantallas de computadoras, tabletas o teléfonos inteligentes. Las pantallas pueden causar tensión ocular, visión borrosa y sequedad ocular. Para mitigar esto, es esencial tomar descansos regulares y ajustar la configuración de pantalla para reducir la intensidad de la luz azul.
2. Iluminación inadecuada en interiores:
La iluminación inadecuada en interiores puede ejercer una presión adicional sobre nuestros ojos. Trabajar o leer en condiciones de luz insuficiente puede forzar la vista y dificultar la lectura o el enfoque. Una iluminación muy brillante puede causar fatiga visual. Para una salud visual óptima, es esencial tener una iluminación adecuada en función de la tarea que se realice. La iluminación dirigida y ajustable es clave para crear un entorno visualmente cómodo.
3. Luz azul de las pantallas:
Las pantallas de dispositivos electrónicos emiten luz azul, que puede dañar nuestros ojos a largo plazo. La exposición continua a esta luz podría contribuir al desarrollo de problemas oculares, como la degeneración macular relacionada con la edad. Para contrarrestar esto, muchas personas utilizan lentes con filtro de luz azul o aplicaciones que reducen la emisión de luz azul en sus dispositivos.
4. Calidad del sueño:
La exposición a la luz artificial durante la noche, especialmente la luz azul de las pantallas de dispositivos electrónicos, puede alterar los ritmos circadianos y dificultar conciliar el sueño. Esto puede tener un impacto negativo en la calidad del sueño y en la salud en general.
La exposición a la iluminación artificial puede afectar a todo el mundo, pero hay grupos que pueden ser más susceptibles a sus efectos.