Los envoltorios de plástico para conservar tus alimentos trae beneficios durante algunos días, o incluso meses.
No es recomendable envolver tus comidas con film plástico a temperaturas altas.
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WEB No es recomendable envolver tus comidas con film plástico a temperaturas altas.
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WEBEl film plástico apto para tus alimentos está hecho de polietileno de baja densidad, que ayuda a adherirse a tus comidas y reduce la capacidad de partículas de aire. Podes utilizarlos a temperatura ambiente pero resulta efectivo mantenerlos en tu heladera o congelador, y así tus preparaciones perdurarán en el tiempo unos días más.
La envoltura de plástico puede prolongar la frescura de los alimentos durante uno o dos días a temperatura ambiente, tres o cuatro días en el refrigerador y varios meses en el congelador, siempre que haya la menor cantidad de aire posible entre el alimento y la envoltura de plástico.
Contenerlo en este plástico es efectivo, ya que limita la transferencia de humedad y aire desde y hacia los alimentos. En quesos o carnes en conserva, el film plástico es más práctico por su capacidad para mantener estos alimentos frescos incluso en la heladera, ya que podrían durar bastante tiempo. Caso opuesto sucede cuando los dejamos conservando sin el plástico, ya que pueden perder su buen estado si se exponen al oxígeno, por lo que usar film plástico en este caso para protegerlos es beneficioso.
Bryan Quoc Le, fundador y consultor principal de alimentos en Mendocino Food Consulting, comentó que realmente es mucho más efectivo cuando se expone a bajas temperaturas y es esencial usar film plástico para alimentos que deseen almacenar durante largos periodos.
La silicona de grado alimenticio es segura y no reacciona con otros materiales ni libera compuestos o vapores peligrosos al calentarse. La silicona de grado alimenticio es segura para almacenar alimentos, meterla en el microondas, el congelador, el horno y el lavavajillas sin endurecerse, agrietarse, pelarse ni volverse quebradiza, ya que es resistente a temperaturas extremas. No gotea, se rompe ni se degrada con el tiempo.
Un plástico no apto para temperaturas muy altas se expone a ese tipo de calor mientras está en contacto con alimentos y puede derretirse o filtrar sustancias químicas en el alimento.