Las recetas de Paulina Cocina se volvieron un clásico porque son adaptables, rápidas y aceptan variantes según lo que haya en la heladera.
Las recetas caseras ganan cada vez más protagonismo en las mesas argentinas, especialmente aquellas que combinan sabor con practicidad. En este caso, la tarta de brócoli y queso de Paulina Cocina se convirtió en una opción ideal para resolver una comida con pocos ingredientes, sin resignar gusto ni textura.
Para preparar esta tarta salada, se necesita una tartera de 26 cm y los siguientes productos básicos, accesibles y comunes en cualquier cocina argentina:
1 paquete grande de brócoli
3 huevos
1 diente de ajo
2 cucharadas grandes de queso crema
100 gramos de queso cremoso (tipo mantecoso o similar)
Queso rallado a gusto
Pan rallado para espolvorear
Sal y pimienta negra molida
Nuez moscada (puede ser molida o rallada fresca)
Ralladura de medio limón
1 masa de tarta (casera o comprada)
Todos los ingredientes se consiguen fácilmente en verdulerías, almacenes o supermercados de cualquier barrio del país. La combinación de texturas cremosas con el sabor suave del brócoli genera un relleno liviano pero bien gustoso.
Lo primero es blanquear el brócoli. Separarlo en pequeños “arbolitos” y llevarlo por un minuto a una olla con agua hirviendo.
Apenas tome un color verde intenso, colar y reservar. No debe cocinarse de más, ya que se termina en el horno.
En un bol grande, picar el ajo y sumar los 3 huevos. Batir bien e incorporar las dos cucharadas de queso crema.
Aunque cueste integrarlo al principio, con paciencia se logra una mezcla pareja. Agregar sal, pimienta, nuez moscada y la ralladura de limón. Mezclar hasta obtener un batido homogéneo.
Forrar el molde con la masa de tarta, volcar la preparación de huevo y queso. Luego, acomodar los trozos de brócoli ya tibios por toda la superficie.
Para cerrar bien, se puede pinchar la masa en los bordes y hacer un pequeño repulgue casero que contenga el relleno.
Agregar sobre la tarta pedacitos de queso cremoso, una buena cantidad de queso rallado y espolvorear con pan rallado. Esto último es clave para lograr una costra crocante que le da el toque final.
Llevar al horno medio, precalentado, hasta que la masa esté dorada y firme.