Los objetos descartables que quedan luego de una fiesta suelen terminar en la basura sin más. Entre ellos, los platos plásticos de cotillón ocupan un lugar destacado. Ligeros, económicos y muchas veces coloridos, se usan por unos minutos para servir torta o snacks y después se desechan.
Sin embargo, con un poco de creatividad, pueden convertirse en materia prima para proyectos de reciclaje decorativos simples y accesibles. Una de las ideas más originales y fáciles de realizar en casa consiste en transformar estos platos en adornos decorativos.
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Transforma platos descartables en cuadros decorativos.
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Ideales para habitaciones infantiles, cocinas, pasillos o cualquier rincón que necesite un toque de color, los cuadros hechos con platos plásticos permiten jugar con formas, texturas y diseños personalizados. No se necesitan conocimientos técnicos ni grandes inversiones sino solo tiempo, ganas y algunos materiales básicos.
Dar una nueva vida a los platos plásticos descartables no solo reduce la cantidad de residuos, sino que también convierte un material desechable en una pieza duradera. La propuesta combina reciclaje con arte y permite sumar creatividad a la decoración sin gastar de más.
Embed - Como decorar un plato plástico con decoupage y Porcelanato Cristal ♥ Marina Capano
Paso a paso para el reciclaje de platos descartables
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El primer paso consiste en elegir los platos que servirán como piezas centrales del cuadro. Se puede optar por platos del mismo color o combinar distintos. Conviene usar los más rígidos, ya que mantienen mejor la forma y resultan más resistentes.
Dependiendo del diseño elegido, se puede usar el plato completo o recortarlo. Por ejemplo, se puede cortar en espiral para crear flores, en triángulos para simular pétalos, o en círculos más pequeños si se desea superponer capas. También se puede dejar el plato entero y trabajar sobre él con pintura o collage.
Una vez definidos los cortes, llega el momento de decorar. Las opciones son infinitas: se puede pintar directamente sobre el plástico con acrílico, pegar recortes de revistas o papeles estampados, dibujar con marcadores, sumar botones, lentejuelas, cintas o lo que haya a mano. Los niños pueden sumarse con dibujos simples o huellas.
Sobre una base firme (puede ser un bastidor de madera, un marco en desuso, una tapa de caja o una placa de fibrofácil), se organizan los platos decorados según la composición deseada. Se puede optar por una imagen central grande, una serie de elementos pequeños en fila o un conjunto abstracto. Lo importante es probar varias ubicaciones antes de pegar.
Una vez decidido el diseño, se colocan los platos con silicona caliente o pegamento universal sobre la base. Es importante presionar unos segundos cada uno para asegurar la adhesión. Si se trata de un diseño voluminoso o con capas, se puede reforzar con cinta doble faz.
Para colgar el cuadro terminado, se puede adherir en la parte posterior un ganchito metálico, una cuerda, o simplemente cinta doble faz si el peso lo permite. Otra alternativa consiste en apoyar la base sobre una repisa o mueble.
El cuadro ya está listo para decorar. Puede colocarse en el cuarto de los chicos, en un pasillo, sobre una cómoda o incluso en la cocina. La clave está en adaptarlo al estilo de cada espacio y jugar con los colores.
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Transforma platos descartables en cuadros decorativos.
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