Reutilizar estos objetos dentro del hogar permite renovar la estética de los espacios sin gastar de más.
Foto:
En medio del aumento sostenido de residuos y la creciente necesidad de adoptar prácticas sustentables, una tendencia artesanal gana terreno: reciclar latas de aluminio. Este tipo de propuesta apunta a reutilizar objetos cotidianos desechables transformándolos en elementos funcionales para el hogar.
Con estos elementos es posible fabricar un hornito aromatizante con latas vacías de cerveza o gaseosas, lo que lo convierte en una opción que renueva la decoración de tu casa sin sacrificar sostenibilidad, estética y utilidad.
- El procedimiento inicia con la selección de una lata, cuya parte superior se retira con un abrelatas.
- Luego, con una tapa como guía, se marcan líneas en la parte inferior y superior de la lata, definiendo dos zonas que serán separadas con un cúter y una tijera.
- Después se dibuja una ventana en el lateral de una de las piezas y se recorta, lo que genera una abertura frontal. Esa estructura se complementa con otra pieza obtenida de una segunda lata, también recortada con una abertura superior.
- Al superponer las partes, se simula una única estructura continua. El diseño puede adaptarse a la preferencia estética de cada persona, modificando las formas y proporciones según el estilo buscado.
- Una vez ensamblado se limpia con alcohol para eliminar restos y facilitar la adherencia de la pintura. Se sugiere aplicar una capa de pintura blanca mate o efecto tiza, aunque los colores y acabados pueden variar según el gusto personal. Esta etapa es crucial para personalizar el objeto, lo que permite que cada creación sea única.
- En el interior del hornito se coloca una vela encendida, mientras que en la parte superior, sobre una pequeña cavidad o recipiente, se deposita una esencia aromática. Al calentarse, esta libera una fragancia que se dispersa en el ambiente, generando una experiencia sensorial que combina iluminación y perfume.
El objetivo principal de la propuesta no es únicamente la creación de un objeto decorativo. También busca promover una cultura de reutilización consciente que permita repensar el consumo y los desechos. Esta actividad puede realizarse de manera individual o en grupo. Además, puede derivar en pequeños emprendimientos, dada su accesibilidad y su atractivo.