En lugar de tirar esos cables viejos que tenés acumulados en cajones, podés darles una segunda vida con esta idea creativa.
En lugar de tirar esos cables viejos que tenés acumulados en cajones, podés darles una segunda vida con esta idea creativa.
Convertirlos en una cesta decorativa no solo ayuda al medio ambiente, sino que también le suma estilo a cualquier rincón de tu casa.
1. Preparación de los cables: Cortá los cables en segmentos de entre 20 y 30 cm usando los alicates. Si tienen recubrimientos de plástico que interfieran, podés retirarlos con cuidado.
2. Planeá tu diseño: Definí el tamaño y la forma de la cesta. Podés elegir entre un diseño redondo, cuadrado o rectangular según lo que necesites. Usá la regla para calcular cuántos cables vas a requerir.
3. Creá la base de la cesta: Comenzá a formar la base disponiendo los cables según el diseño elegido. Unilos con el hilo resistente, ya sea usando una técnica de tejido en espiral o entrelazándolos. Asegurate de que la base quede sólida y uniforme.
4. Armá las paredes de la cesta: Extendé los cables hacia arriba para construir los lados. Usá el hilo para ir fijando cada fila alrededor de la base, manteniendo una tensión pareja para que las paredes queden firmes. Si querés más soporte, agregá cables verticales a medida que avanzás.
5. Terminá y asegurá la estructura: Cuando llegues a la altura deseada, cortá los excesos y reforzá las uniones. Podés usar pegamento caliente para mayor firmeza o coser las partes con hilo de coser.
6. Personalizá tu creación: Dale un toque especial con detalles decorativos. Podés sumar asas hechas con cables extra o decorar con materiales reciclados. Revisá que no queden bordes filosos y asegurate de que todo esté bien terminado.