Recicla botellas plásticas estas vacaciones de invierno y crea esta maravillosa idea para jugar junto a tus niños

Las vacaciones de invierno son el escenario ideal para crear juegos propios, construir memorias en familia y enseñar reciclaje con el ejemplo.

Este proyecto no requiere de muchos materiales difíciles de conseguir. Por el contrario, apela a elementos que casi siempre están en casa y que, en lugar de ir al tacho, pueden convertirse en una fuente de entretenimiento.

Hacer este juego junto a los niños es, además, una forma de compartir tiempo de calidad y enseñar valores de reutilización y consumo responsable. Reutilizar botellas plásticas para hacer un juego casero de bolos no solo evita que ese material termine en la basura, sino que también propone una actividad didáctica, cooperativa y accesible.

bolos de botellas.jpg

Materiales necesarios para crear bolos caseros

  • 10 botellas plásticas vacías de igual tamaño (de gaseosa o agua, preferentemente de 1,5 o 2 litros)
  • Pintura acrílica o témperas (colores a elección)
  • Pinceles o esponjitas
  • Papel de diario o arroz (para dar peso a las botellas)
  • Cinta adhesiva o cinta de pintor (opcional, para decorar)
  • Una pelota liviana (puede ser una de goma espuma o una pelota de tela casera)
  • Marcadores, calcomanías, ojitos móviles o cualquier material decorativo disponible en casa

El paso a paso para crear un juego con botellas recicladas

  1. Reunir las 10 botellas y lavarlas bien por dentro. Dejar que se sequen completamente antes de comenzar. En este paso se pueden quitar las etiquetas si se prefiere una superficie más limpia para pintar.
  2. Para que las botellas se mantengan de pie, es importante darles algo de peso. Se puede colocar en su interior una taza de arroz, arena, porotos, papel de diario arrugado o cualquier otro material seco. Luego, cerrar bien con la tapa para que el contenido no se salga durante el juego.
  3. Usar témperas o pintura acrílica para darle color a cada botella. Se pueden hacer todas del mismo color, decorarlas con rayas o puntos, o bien numerarlas del 1 al 10 para sumar dificultad al juego. También se pueden usar cintas adhesivas o marcadores para decorarlas más fácilmente sin ensuciar.
    bolos de botellas1.jpg
  4. Los más chicos pueden pegar ojitos móviles, hacer caritas o convertir cada botella en un personaje distinto. Esta etapa es clave para dejar volar la imaginación: se pueden hacer animales, monstruitos, payasos o superhéroes. Si las botellas están numeradas, también puede ser un buen recurso para trabajar con los más chicos la identificación de números y sumar puntos.
  5. Para completar el juego, hace falta una pelota. Si no hay una disponible, se puede hacer en casa con papel arrugado y cinta, o con una media vieja rellena. Lo ideal es que no sea muy pesada para que no rompa nada en caso de desvío, pero sí lo suficientemente firme como para derribar las botellas.
  6. Se ubican las botellas en forma de triángulo (una adelante, dos detrás, luego tres y finalmente cuatro al fondo), sobre una superficie lisa. Puede ser el piso del comedor, un pasillo o el garaje. Cuanto más largo el espacio disponible, más divertida la experiencia.
  7. Cada participante lanza la pelota desde una misma distancia, con el objetivo de derribar la mayor cantidad de botellas posible. Si se numeraron, se puede anotar el puntaje según los números que cayeron. El juego se puede adaptar a las edades de quienes participen y no tiene límite de creatividad.
LAS MAS LEIDAS