Una idea útil promete proteger plantaciones delicadas en el jardín de casa. Esta técnica de clavar tenedores de plástico es una solución práctica y eficaz.
Este truco es económico, fácil de implementar y puede retirarse cuando las plantas estén firmes.
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WEBEl simple gesto de clavar tenedores entre las plantas puede parecer extraño al principio. Sin embargo, esta acción tiene un efecto protector, ya sea dentro de una huerta o del jardín y su presencia soluciona por completo la forma en que ciertos visitantes se mueven por el suelo. Esto funciona sin alterar el crecimiento del cultivo.
Algunos animales que merodean alrededor de las plantas saben que algunas zonas del jardín son prohibidas, debido a las plantaciones. Por eso, esta alternativa casera gana terreno, ya que busca desalentar el paso de quienes pisan o remueven el sustrato. La técnica no necesita más que clavar tenedores plásticos.
El método utiliza tenedores de plástico clavados en la tierra, con las puntas hacia arriba, formando un perímetro o intercalándolos entre los ejemplares más sensibles.
Otra ventaja es que permite marcar áreas recién sembradas para evitar que sean pisadas hasta que los brotes se fortalezcan. Los tenedores pueden retirarse cuando las plantas crecen o mantenerse durante toda la temporada.
La práctica resulta útil en espacios donde las mascotas suelen acostarse, en caminos que atraviesan canteros, en huertas caseras o en macetas de gran tamaño ubicadas en balcones.
No modifica el riego ni altera el drenaje, por lo que no afecta al crecimiento. De hecho, es una de las formas más económicas de delimitar zonas delicadas sin instalar cercos.
Clavar tenedores entre las plantas es un recurso simple que busca alejar a mascotas y animales sin agredirlos físicamente. Además no modifica el entorno natural del jardín.