Podés hacerlo en versión en polvo o como pasta, y ambas alternativas funcionan muy bien en lavavajillas de hogar.
Muchas personas buscan cómo reducir su huella ambiental, cuidar su salud y ahorrar dinero al mismo tiempo. Una buena forma de hacerlo es reemplazar los productos industriales por opciones caseras, con materiales que se pueden reciclar dentro de la comodidad del hogar.
Este truco explica cómo preparar un detergente casero para lavavajillas, ideal para el uso diario y hecho con ingredientes naturales que probablemente ya tengas en casa. La ventaja principal está en la ausencia de productos químicos presentes en detergentes industriales, que muchas veces no son nada económicos. En cambio, con estos métodos caseros vas a poder mantener tu vajilla limpia y brillante, sin resignar calidad y con la ventaja de que son mucho más sostenibles.
Se recomienda que un buen detergente deje la vajilla limpia, seca y sin residuos, y que además sea poco contaminante. Para el uso cotidiano, no hace falta gastar una fortuna: con apenas cinco ingredientes podés resolver varios lavados. Si buscás una limpieza profesional para platos muy grasientos, quizás te convenga un producto comercial, pero para el uso diario, esto alcanza.
Esta versión es seca, fácil de preparar y muy práctica.
Ingredientes:
175 g de carbonato de sodio
175 g de ácido cítrico
165 g de percarbonato de sodio
25 g de bicarbonato de sodio
Preparación y uso:
Mezclá todos los ingredientes en un frasco con tapa, usando cuchara de madera.
Colocá dos cucharadas por lavado (15 g).
Añadí sal para lavavajillas. Como opción natural, podés usar vinagre blanco, aunque no se recomienda usarlo todo el tiempo.
Si preferís algo más personalizado y artesanal, esta receta es para vos.
Ingredientes:
50 g de jabón natural rallado
2 cucharadas de bicarbonato
2 cucharadas de carbonato de sodio
1 cucharada de sal
1 cucharada de ácido cítrico
1 taza de agua caliente
10 gotas de aceite esencial de limón o eucalipto (opcional)
Paso a paso
Rallá el jabón con rallador fino.
Calentá la taza de agua y disolvé el jabón a fuego bajo.
Mezclá los ingredientes secos.
Añadí el aceite esencial cuando la mezcla esté tibia.
Guardá en un frasco. Si se endurece, remové antes de usar.
Modo de uso
Colocá una cucharada en el compartimento del lavavajillas. Si querés más brillo, añadí vinagre blanco como abrillantador.
Si el agua de tu zona es dura, aumentá el ácido cítrico.
Evitá jabones con mucha glicerina.
Conservá el producto en un lugar seco y cerrado.
Probalo primero con una carga pequeña y sin cristalería delicada, para ver cómo reacciona tu lavavajillas.