En casi todas las casas hay un cajón donde se guardan trapos viejos. Fueron sábanas, remeras o repasadores que, con el paso del tiempo, se usaron para limpiar y luego quedaron en el olvido. Pero antes de tirarlos, vale la pena saber que esos pedazos de tela son útiles para le reciclaje y pueden transformarse en objetos para el hogar.
El reciclaje textil casero no solo ayuda a reducir residuos, también fomenta la creatividad, enseña sobre el valor de reutilizar y genera actividades compartidas. Con pocos elementos que se pueden conseguir fácilmente en cualquier hogar argentino, es posible darles una segunda vida a esos trapos olvidados.
Opción 1: reciclaje de relleno para almohadones
Una idea práctica y económica para quienes quieren renovar un sillón o sumar un almohadón extra en el cuarto de los chicos. En lugar de comprar vellón sintético, los trapos viejos, bien limpios y cortados, funcionan como un excelente relleno.
El resultado es mullido, cómodo y sustentable. El nuevo almohadón puede decorar el living, sumarse a la cama o usarse en un rincón de lectura.
- Trapos viejos (remeras, sábanas, repasadores)
- Funda de almohadón (puede ser una vieja o una que se confeccione con tela reciclada)
- Tijera
- Hilo y aguja (o máquina de coser)
relleno para almohadones con trapos viejos.webp
El paso a paso para crear el almohadón
- Elegir telas limpias, sin humedad ni manchas difíciles. Pueden combinarse distintos tipos de tela mientras no estén demasiado rígidas ni pesadas.
- Picar los trapos en trozos de unos 5 cm. Esto facilita que se acomoden mejor como relleno y evita que la funda quede con bultos.
- Si se va a usar una funda ya hecha, abrir uno de los lados. En caso de querer hacer una funda nueva, cortar dos rectángulos de tela reciclada del tamaño deseado y coserlos por tres lados.
- Ir colocando los retazos cortados hasta que el almohadón quede mullido y parejo. Acomodar con las manos para distribuir bien.
- Coser el lado abierto a mano o con máquina. También puede colocarse un cierre si se prefiere una opción removible.
Opción 2: Juguete trenzado para mascotas
Si en casa hay perros o gatos, esta propuesta es ideal. Con los trapos se puede fabricar un juguete resistente, lavable y seguro. Además, permite involucrar a los más chicos en la creación de un objeto útil para sus mascotas.
Este juguete sirve para que el perro lo muerda, lo sacuda o juegue a tirar. También puede adaptarse para gatos si se agregan cintas o cascabeles en las puntas.
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Materiales:
- Trapos resistentes (como remeras gruesas, jeans o buzos de algodón)
- Tijera
Paso a paso:
- Elegir telas que no se deshilachen con facilidad. Cortar tres tiras largas de unos 5 cm de ancho y 40 cm de largo.
- Unir las tres tiras con un nudo fuerte en un extremo, dejando unos 5 cm libres por arriba del nudo.
- Hacer una trenza firme con las tres tiras. Se puede ajustar la tensión para que quede más rígido o más blando, según el gusto del animal.
- Al terminar, hacer otro nudo firme para asegurar la trenza.
- Comprobar que no haya hilos sueltos ni partes que puedan desprenderse fácilmente.
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