Durante las vacaciones de invierno, el desafío de entretener a los chicos dentro de casa suele repetirse cada año. Con los días fríos y menos posibilidades de jugar al aire libre, muchas familias buscan propuestas que combinen creatividad, juegos y materiales accesibles.
En ese contexto, crear máscaras con cartón de cereales o cartón blando aparece como una alternativa ideal ya que no solo es económica, sino también divertida y con un plus de cuidado ambiental.
A partir de envases que suelen terminar en la basura, es posible dar forma a máscaras coloridas que luego se pueden usar para disfrazarse, inventar historias o representar personajes. Además, la actividad invita a explorar la imaginación, ejercitar la motricidad fina y valorar el reciclaje como un recurso creativo al alcance de todos.
Hacer estas máscaras no requiere habilidades especiales ni materiales difíciles de conseguir. Todo lo necesario se puede encontrar en casa o en cualquier librería o mercería de barrio.
Paso a paso: cómo crear máscaras con cartón reciclado
- Lo ideal es utilizar cartón delgado, como el de las cajas de cereales. Es resistente, pero fácil de cortar y manipular, sobre todo por manos pequeñas. También sirve el cartón de cajas de galletitas o medicamentos, siempre que esté limpio.
- Con un lápiz, trazar sobre el reverso del cartón la forma general de la máscara. Puede ser la clásica que cubre ojos y nariz, o una completa que también cubra la boca. También se pueden crear diseños de animales (como gatos, leones o búhos), superhéroes, monstruos, personajes de cuentos o lo que cada niño imagine.
- Con tijera o cúter (bajo la supervisión de un adulto), recortar el contorno de la máscara. Luego, perforar los orificios para los ojos, asegurándose de que estén a la altura correcta y tengan buen tamaño para permitir una visión cómoda.
- Una vez recortada la base, comienza la parte más divertida: pintar y decorar. Se puede usar témpera, acrílico o marcadores. También se pueden pegar recortes de papel, botones para los ojos, lana para simular cabello o barba, trozos de tela para dar textura, o cualquier otro elemento decorativo que haya en casa.
- Para que la máscara se sujete a la cabeza, se deben perforar los laterales con una perforadora o punzón y atar un elástico, hilo grueso o cinta. También se puede pegar un palito en uno de los extremos (como los antifaces de carnaval), para sostener la máscara con la mano.
- Si se usaron pinturas o pegamento líquido, es importante dejar secar completamente antes de jugar. Esto evita que los colores se corran o los detalles se despeguen.
Es momento de jugar con las máscaras
Con las máscaras listas, el siguiente paso es jugar. Pueden organizarse funciones de teatro improvisadas, inventar historias con los personajes creados, sacarse fotos disfrazados o simplemente disfrutar del proceso de transformación.
Incluso, para los niños más tímidos, las máscaras también pueden funcionar como una forma de expresar emociones o superar la vergüenza al hablar en público.
Si hay varios chicos en casa, una buena idea es armar un rincón de disfraces y dejar las máscaras a mano para que puedan jugar libremente durante el día. También se puede planear un desfile de máscaras o un concurso casero de disfraces reciclados.