En tiempos donde el reciclaje gana terreno como práctica cotidiana, las cajas vacías de zapatos y zapatillas dejan de ser simples envases descartables para convertirse en aliadas de la organización del hogar. Con un poco de creatividad, pueden transformarse en estantes colgantes funcionales y decorativos.
Este tipo de intervención no solo evita desechar materiales en buen estado, sino que también propone una forma accesible de decorar con estilo, sin gastar dinero. El cartón rígido de las cajas suele ser resistente y liviano, lo que las convierte en una base ideal para proyectos sencillos que pueden renovarse con papeles, telas o pintura.
Además, su forma rectangular las vuelve prácticas para colgar en paredes de distintos ambientes, desde dormitorios hasta espacios de trabajo o juegos. Incluso, permite sumar el toque creativo no solo en cuanto a la decoración, sino también a la funcionalidad.