En la mayoría de los hogares argentinos, el mate ocupa un lugar protagónico y una vez lavada, la yerba usada termina en la basura. Lo que no muchos conocen es que se puede transformar, dándole un nuevo uso, como uno de los ingredientes principales de un cosmético natural.
En tiempos donde la economía invita a repensar el consumo y la cosmética natural gana terreno, una opción sencilla y económica se presenta como alternativa: transformar la yerba usada en una mascarilla exfoliante casera.
Limpieza del termo del mate
La idea combina tres elementos cotidianos: yerba ya utilizada, miel y yogur natural. El resultado es una mezcla que actúa como exfoliante suave para la piel del rostro, apta para todo tipo de cutis, y sin aditivos químicos. Además de reutilizar un residuo habitual del hogar, la propuesta se alinea con prácticas de autocuidado accesibles y sustentables.
Esta receta de mascarilla casera no solo reutiliza un residuo cotidiano como la yerba usada, sino que también propone una forma de autocuidado accesible y consciente. En tiempos donde la industria cosmética ofrece opciones cada vez más sofisticadas y costosas, volver a lo simple se presenta como un gesto de bienestar que empieza en casa y termina en la piel.