Una solución de limpieza casera y económica que devuelve la claridad a los anteojos sin dañar los cristales. Trucos caseros.
Dentro del mundo de la limpieza del hogar, algunos trucos simples con productos comunes pueden marcar la diferencia. En el caso de los lentes rayados, existe una técnica casera que solo necesita 2 ingredientes de cocina para reducir visiblemente las marcas en los cristales.
Este método no requiere herramientas especiales y puede aplicarse en anteojos de receta o de sol, siempre que los rayones sean superficiales.
Para aplicar el truco de limpieza, se necesitan:
Bicarbonato de sodio
Aceite vegetal (de girasol, maíz o similar)
Un paño de microfibra limpio y seco
Un recipiente pequeño para mezclar
Todos los elementos son de uso cotidiano y fáciles de conseguir en cualquier cocina argentina.
Preparar la mezcla
En un recipiente, mezclar una cucharada de bicarbonato de sodio con unas gotas de aceite vegetal hasta obtener una pasta espesa y uniforme.
Aplicar sobre los cristales
Con el paño de microfibra, colocar una pequeña cantidad de la mezcla sobre cada lente. Frotar con movimientos circulares suaves durante unos 30 segundos.
Dejar actuar
Dejar reposar la pasta en la superficie durante 2 minutos para que actúe sobre los rayones.
Enjuagar y secar
Enjuagar los lentes con agua tibia y secar cuidadosamente con un paño limpio. No utilizar servilletas ni papel, ya que podrían provocar más marcas.
Este truco de limpieza es útil para rayones leves o superficiales que opacan la visión, pero no es efectivo sobre grietas profundas o lentes con tratamientos antirreflejo o polarizados, ya que estos pueden dañarse.
En casos más graves, se recomienda consultar con un óptico profesional.