En casi todos los hogares argentinos, el mate forma parte de la rutina diaria y la infusión más tradicional del país genera un residuo inevitable, la yerba usada, que suele terminar en la basura sin más, a pesar de que puede transformarse en un recurso valioso para el cuidado de las plantas de tu casa.
Lo que muchas personas desconocen es que la yerba mate usada es rica en nutrientes y materia orgánica, por lo que resulta ideal para mejorar el sustrato de las plantas.
El reciclaje de la yerba es una práctica sencilla, ecológica y económica, que además ayuda a reducir la cantidad de residuos que generamos a diario. Con mínimos materiales y sin necesidad de conocimientos técnicos, cualquier persona puede incorporar este hábito sustentable en casa.
¿Por qué sirve como abono?
La yerba mate contiene pequeñas cantidades de nitrógeno, fósforo, potasio y otros minerales. Al descomponerse, enriquece la tierra y estimula la actividad microbiana. Esto favorece el crecimiento de raíces sanas, mejora la retención de humedad y airea el sustrato.
Además, al tratarse de un residuo vegetal, su uso en jardinería reduce la dependencia de fertilizantes industriales, costosos y a menudo contaminantes. Es una forma simple y al alcance de cualquiera de devolverle algo a la tierra, sin gastar dinero y aprovechando lo que ya tenemos en casa.
Yerba mate
Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias tiene la yerba mate.
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