4 de agosto de 2025 - 10:40

Nunca uses este tipo de fertilizante: puede dañar tu jardín y tu suelo

Aunque muchos lo usan por costumbre, este fertilizante puede afectar el desarrollo de las plantas y poner en riesgo la salud de tu jardín.

Usar fertilizantes sin saber lo que realmente necesitan las plantas puede traer más problemas que soluciones. Entre las recomendaciones más importantes para quienes cuidan su jardín, se destaca evitar el uso excesivo de ciertos productos como los de esta lista de temas sobre plantas.

Es común cometer errores en el cuidado del jardín, sobre todo si se aplican productos de forma general sin conocer el tipo de suelo o cultivo.

Muchos aficionados a la jardinería siguen confiando en opciones que, con el tiempo, generan desequilibrios. Un ejemplo claro es el fertilizante 10-10-10, que suele causar más daño que beneficio.

Por qué el fertilizante 10-10-10 puede ser un error en tu jardín

Este fertilizante, también conocido como “equilibrado”, contiene un 10% de nitrógeno, fósforo y potasio.

Aunque parezca completo, no es adecuado para todos los casos. Aplicarlo sin conocer las necesidades del suelo puede afectar el desarrollo de las plantas.

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El principal problema está en el fósforo. En exceso, se acumula en la tierra y bloquea la absorción de otros nutrientes clave como el hierro o el zinc.

Esto provoca amarillamiento de hojas, debilitamiento general y bajo rendimiento en muchas especies ornamentales y comestibles.

Además, usar siempre la misma proporción de nutrientes ignora que cada planta necesita algo distinto, y eso puede generar carencias o excesos sin que lo notes de inmediato.

Cómo saber qué fertilizante necesita realmente tu jardín

La mejor manera de evitar errores es haciendo un análisis de suelo. Este estudio, que podés solicitar en centros agrícolas o universidades, permite saber qué nutrientes faltan o sobran, y cuál es el pH del suelo, otro dato clave.

El pH puede estar afectando más a tus plantas que la falta de fertilizante. Un valor fuera de rango impide que las raíces absorban bien los minerales, aunque estén presentes.

Si no querés hacer un análisis profesional, al menos tratá de observar el comportamiento de las plantas: si no crecen, si se ven débiles o si aparecen manchas, puede haber un problema de fondo que no se resuelve con un fertilizante genérico.

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Compost, materia orgánica o fertilizantes más equilibrados: las mejores alternativas

En lugar de usar un producto que puede generar problemas, se recomienda incorporar compost hecho en casa, con restos de frutas, verduras, cáscaras y hojas secas.

Es una forma segura y sustentable de mejorar el suelo y nutrir las plantas de forma equilibrada.

Otra opción es agregar directamente materia orgánica al jardín. Ramas finas, pasto seco o restos de poda se pueden enterrar o mezclar con la tierra para que se descompongan lentamente y aporten nutrientes.

Si preferís comprar un fertilizante, buscá opciones con más nitrógeno y menos fósforo, como los de fórmula 4-1-1 o 3-1-2. Son mejores para arbustos, árboles y plantas verdes.

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