8 de diciembre de 2025 - 12:57

No lo tires más: el fertilizante natural para tus plantas que siempre termina en el desagüe

Un ingrediente cotidiano puede convertirse en un fertilizante ideal para tu jardín, potenciar tu jardinería y mejorar la salud de tus plantas sin gastar dinero.

En miles de hogares termina descartada el agua de cocción de vegetales, especialmente de papa, zanahoria o remolacha. Este líquido, lejos de ser un desperdicio, concentra minerales esenciales, proteínas vegetales y compuestos bioactivos que favorecen la estructura del suelo y el crecimiento foliar. La ciencia ya demostró que estos restos calóricos y minerales tienen efectos positivos en la microbiota del sustrato.

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Un simple líquido mejora plantas y transforma la jardinería en tu jardín diario.

Un simple líquido mejora plantas y transforma la jardinería en tu jardín diario.

Los expertos explican que este tipo de agua contiene potasio, magnesio y trazas de nitrógeno, minerales fundamentales según trabajos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y publicaciones de la Universidad Nacional de La Plata, donde estudiaron cómo la reutilización de residuos domésticos puede mejorar suelos degradados en zonas urbanas.

La clave está en la liberación lenta de estos minerales que se quedan en el líquido luego de la cocción. El potasio ayuda a que las plantas toleren mejor el estrés térmico, algo crucial en veranos argentinos donde las olas de calor aumentaron su frecuencia según el Servicio Meteorológico Nacional. El magnesio, por su parte, potencia la producción de clorofila, mientras que los carbohidratos residuales alimentan los microorganismos beneficiosos del suelo, fortaleciendo la estructura del jardín.

Este fertilizante natural no quema raíces, no altera el pH y, a diferencia de los productos químicos, no genera acumulaciones tóxicas. Además, permite ahorrar agua y reducir desechos, dos puntos alineados con prácticas modernas de jardinería sostenible.

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Un simple líquido mejora plantas y transforma la jardinería en tu jardín diario.

Un simple líquido mejora plantas y transforma la jardinería en tu jardín diario.

Cómo usarlo sin dañar las plantas

Lo fundamental es dejar que el agua se enfríe completamente antes de usarla y evitar agregar sal durante la cocción. Si hubo sal, no sirve: puede causar deshidratación radicular. Si la cocción fue limpia, podés usarla como riego nutritivo una vez por semana.

Este fertilizante funciona especialmente bien en hortalizas, suculentas, helechos, plantas florales, arbustos jóvenes y especies que sufren con suelos pobres. En macetas también mejora el soporte del sustrato después de temporadas de sequía.

Adoptar esta práctica significa incorporar un gesto mínimo que suma mucho: un recurso gratis, disponible todo el año y que eleva la salud de cualquier jardín. Cuando empezás a observar cómo responden tus plantas, se vuelve un hábito casi automático. Y lo mejor: no necesitás productos caros ni experiencia previa en jardinería.

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