Combina sombra, frutos dulces y hojas para infusiones. Un árbol ideal para patios y el jardín argentino.
En muchos jardines argentinos, este árbol se ha vuelto protagonista por su sombra abundante, su crecimiento rápido y su capacidad de dar frutos durante gran parte del año. Pero lo que más sorprende es que sus hojas también sirven para preparar té con propiedades digestivas y relajantes.
Se trata del guayabo o árbol de guayaba, una especie tropical que se adapta muy bien a los climas templados de gran parte del país.
El guayabo (Psidium guajava) es un árbol de hoja perenne, de entre 3 y 6 metros de altura, perfecto para patios amplios o jardines familiares.
Su copa densa brinda una sombra fresca y pareja, ideal para zonas donde el sol de verano es intenso.
Además, su tronco y raíces son poco agresivos, por lo que no agrietan el pavimento ni dañan estructuras.
Según expertos en cuidado del jardín y frutales nativos, el guayabo soporta bien las altas temperaturas, el viento e incluso periodos cortos de sequía.
Su floración perfumada atrae abejas, mariposas y aves, aportando vitalidad y equilibrio al entorno.
Los frutos del guayabo son redondos, de color amarillo o rosado, y su pulpa dulce y aromática contiene altos niveles de vitamina C. Se pueden consumir frescos, en jugos o en dulces caseros.
Las hojas, por su parte, se utilizan para preparar infusiones naturales que ayudan a la digestión, alivian resfriados y refuerzan el sistema inmunológico.
Basta con hervir algunas hojas limpias durante cinco minutos para obtener un té suave y aromático.
Para mantenerlo saludable, se recomienda regar dos o tres veces por semana en verano y aplicar abono orgánico cada dos meses.
El guayabo prefiere suelos bien drenados y zonas con sol pleno. No requiere podas intensas, solo eliminar ramas secas o dañadas una vez al año.
Su mantenimiento sencillo y sus múltiples usos explican por qué es uno de los árboles más elegidos en los jardines argentinos. Además, aporta una energía natural única, combinando belleza, utilidad y bienestar.