6 de agosto de 2025 - 16:45

No lo conocías: el mejor truco para mejorar la limpieza de tus rodilleras

Mantener una rutina de limpieza es esencial si querés que tus protecciones duren y no generen molestias.

Las rodilleras pueden tener mal olor y no es casualidad. Se trata de una consecuencia directa del uso intenso y del contacto constante con el sudor. Este problema puede ser resuelto gracias a un sencillo truco de limpieza que combina ventilación, lavado y desinfección.

Limpieza de las rodilleras

Por qué se genera el mal olor

Las rodilleras están hechas para protegerte de impactos, pero no están diseñadas para permitir que la piel respire. Al ajustarse firmemente, crean un entorno cerrado donde la transpiración queda atrapada.

- La parte anterior de la rodilla es especialmente susceptible al sudor, sobre todo durante entrenamientos intensos.

- Esa humedad, combinada con calor y la falta de circulación de aire, crea el ambiente ideal para que proliferen bacterias.

- Estas bacterias no solo degradan los materiales internos de las protecciones, sino que además generan compuestos que impregnan los tejidos.

El problema se agrava cuando, al terminar de patinar, guardás las rodilleras en una bolsa o mochila sin permitir que se ventilen. En ese espacio cerrado y húmedo, los microorganismos continúan desarrollándose.

A medida que el sudor se descompone, el olor se vuelve más penetrante. Esto no solo es desagradable, también puede convertirse en un riesgo para la piel si no se higieniza con regularidad.

bicarbonato
El bicarbonato de sodio es útil, pero deberás usar las medidas justas en cada caso.

El bicarbonato de sodio es útil, pero deberás usar las medidas justas en cada caso.

El paso a paso para la limpieza

- El primer paso es simple y fundamental: dejalas airear. Apenas llegues a casa, sacalas de la mochila y colocalas en un lugar ventilado.

- Si tenés acceso al sol directo, mejor. Los rayos ultravioleta contribuyen a eliminar bacterias y a reducir los olores de manera natural. Este paso, aunque básico, suele pasarse por alto y es clave para evitar que el mal olor se fije en los materiales.

- Si tus rodilleras lo permiten, usá el lavarropas. Consultá la etiqueta del fabricante. Colocá las protecciones dentro de una bolsa de lavado para evitar que se dañen durante el ciclo.

- Usá agua fría o tibia y un detergente neutro.

- Para mejorar la desinfección, podés agregar media taza de vinagre blanco al enjuague: el vinagre actúa como bactericida natural y ayuda a neutralizar los olores persistentes. Terminada la limpieza, evitá el secador. El calor puede deformar las partes acolchadas o afectar los materiales sintéticos.

Truco alternativo

Si las rodilleras no se pueden lavar en máquina, hacelo a mano.

- Usá un recipiente con agua templada y un jabón suave.

- Añadí un chorro de vinagre para mejorar la eficacia del lavado.

- Sumergí las rodilleras durante media hora para que los tejidos se ablanden y se desprendan los residuos de sudor.

- Después, frotá suavemente con las manos, sin escurrir con fuerza, y enjuagá con agua limpia.

- Secalas de la misma manera: al aire libre y lejos de fuentes directas de calor.

Cómo realizar la limpieza de tus rodilleras

Una opción natural

Otra opción útil para combatir el mal olor sin necesidad de lavado frecuente es el bicarbonato de sodio.

- Cuando las rodilleras estén secas, espolvoreá una cantidad generosa de bicarbonato en su interior.

- Dejalas reposar toda la noche. Este compuesto absorbe la humedad residual y neutraliza los olores sin dañar los materiales.

- A la mañana siguiente, sacudí bien los restos de polvo o usá una aspiradora de mano para retirarlos.

Cómo realizar la limpieza de tus rodilleras
La limpieza de estos elementos extiende su vida útil.

La limpieza de estos elementos extiende su vida útil.

Medidas preventivas

Además de la limpieza regular, hay medidas preventivas que ayudan a evitar que el mal olor reaparezca.

- Nunca guardes las protecciones húmedas: el encierro acelera la proliferación de bacterias.

- Si las usas con frecuencia, considerá tener un segundo par de rodilleras.

- Así podés alternarlas y asegurarte de que cada una tenga tiempo suficiente para secarse por completo.

- También podés utilizar un spray desinfectante para textiles o una mezcla de alcohol y agua (en proporción 70/30) para rociar el interior de las protecciones después de cada uso. El alcohol elimina las bacterias antes de que puedan desarrollarse y se evapora rápido, sin dejar humedad.

LAS MAS LEIDAS