Durante siglos, los colores han sido interpretados como símbolos emocionales, culturales y psicológicos. El rojo evoca pasión, el azul transmite calma, el blanco se asocia con la pureza y luego está el gris, ese tono neutro que, pese a parecer inofensivo, ha sido históricamente vinculado con lo sombrío, lo ambiguo y, en algunos casos, incluso con lo malévolo.
Aunque no hay evidencia científica que respalde una conexión directa entre un color específico y su personalidad, y en este caso, la maldad de una persona, la percepción social y cultural ha generado ciertas asociaciones interesantes, siendo el gris uno de los colores que, con frecuencia, se relaciona con el misterio, la frialdad e incluso la traición.
Colores
Este es el color que más eligen las personas con maldad.
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Qué colores identifica a aquellas personas con maldad
En la teoría del color, el gris se sitúa como una tonalidad intermedia entre el blanco y el negro, lo que automáticamente le confiere una cierta carga de ambigüedad. No representa ni la bondad absoluta ni la oscuridad total, sino un terreno nebuloso, indefinido, que suele relacionarse con lo emocionalmente neutro, la apatía o incluso la manipulación encubierta.
No es un color que inspire confianza, pasión ni alegría, y precisamente por eso, puede dar lugar a interpretaciones negativas, sobre todo cuando se asocia con el comportamiento humano.
Según declara la European Association of Colour, los colores tienen un impacto real sobre cómo percibimos el entorno y a quienes nos rodean. En el caso del gris, se percibe como un color que carece de energía, lo que puede asociarse inconscientemente con una personalidad apagada, fría o emocionalmente distante.
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Este es el color que más eligen las personas con maldad.
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En las representaciones visuales, el gris ha sido un color clave para representar personajes cuya maldad no es evidente a primera vista. Frente al clásico villano vestido de negro -directo, amenazante-, el personaje gris suele actuar desde las sombras, manipulando sin alzar la voz, generando intriga y duda.
No obstante, es importante matizar que vestir de gris no convierte a nadie en malvado. Pues hay prendas realmente icónicas con este color y está considerado uno de los más elegantes. De hecho, es uno de los tonos más utilizados en la moda profesional por su versatilidad y neutralidad.