Truco. Eliminar hormigas en casa no requiere de productos caros ni de compuestos tóxicos. Con ingredientes simples y un poco de constancia, es posible mantener tu hogar libre de plagas
Ni vinagre ni limón: el truco definitivo para terminar con las hormigas en casa
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Las hormigas son uno de esos problemas que se repiten muy seguido en los hogares. Se meten en la cocina, el baño o cualquier rincón de la casa donde encuentren algo de comida o humedad. Y aunque hay un montón de productos para combatirlas, muchos tienen químicos fuertes o son bastante caros.
La buena noticia es que hay remedios caseros, baratos y seguros, que funcionan muy bien para sacarte de encima a estos insectos sin poner en riesgo a tus mascotas o a los más chicos de la casa.
Uno de los métodos más eficaces y menos conocidos para eliminar hormigas es el uso de harina de maíz. Este producto, habitual en la mayoría de las alacenas, se convierte en un verdadero aliado a la hora de combatir plagas domésticas sin usar pesticidas ni sustancias químicas.
El secreto está en que las hormigas no pueden digerir la harina de maíz correctamente. Su sistema digestivo no está preparado para procesarla, lo que termina afectando su salud hasta provocarles la muerte. A diferencia de otros métodos que solo las repelen, la harina de maíz actúa como una solución definitiva.
Aplicar este truco casero es simple y no requiere conocimientos previos. Solo necesitas seguir estos pasos:
Identificá los puntos de acceso: observá por dónde entran las hormigas y qué rutas siguen dentro de tu casa. Suelen moverse hacia fuentes de comida o agua.
Espolvoreá harina de maíz: colocá una capa generosa en las entradas, rincones y a lo largo de sus trayectos. No es necesario mezclarla con nada más.
Mantené la higiene del hogar: acompañá este método con una buena limpieza general. Evitá dejar migas, lavá las superficies con frecuencia y almacená bien los alimentos.
Además de la harina de maíz, existen otras soluciones naturales que podés utilizar para complementar el tratamiento o prevenir futuras invasiones:
Hierbas y especias: la menta, el laurel, la canela, el clavo de olor o el café molido actúan como repelentes naturales gracias a sus aromas fuertes.
Vinagre o limón: mezclados con agua, eliminan el rastro químico que las hormigas utilizan para orientarse, desorientándolas por completo.
Bicarbonato de sodio y azúcar: esta mezcla atrae a las hormigas y las elimina desde el interior.
Cáscaras de cítricos: colocadas cerca del hormiguero, liberan sustancias que afectan a los insectos al descomponerse.
Tiza o talco: forman barreras que las hormigas no atraviesan, ideales para puertas o ventanas.