Los estudios sobre colores, personalidades e inteligencia han demostrado que las preferencias cromáticas pueden estar relacionadas con ciertos rasgos de la personalidad. En ese contexto, se identificó que muchas personas con un autoestima baja o que son vergonzosos tienden a inclinarse por un color que transmite calma, profundidad y pensamiento crítico.
La psicología del color ha demostrado que las tonalidades que elegimos pueden decir mucho sobre nuestra personalidad. A lo largo de los años, diversos estudios han sugerido que ciertos colores pueden estar asociados con comportamientos específicos.
Entre estos colores, se encuentra el amarillo, que es la tonalidad adoptada por las personas más sensibles, ya que muestra una nuetralidad y un cierto de aspecto "cabizbajo" de quienes se visten con esta gama.
Colores
Este es el color que usan las personas más sensibles.
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Amarillo: el color de las personas más sensibles
Aunque este color no siempre es negativo, su presencia en el vestuario o entorno de una persona podría reflejar matices sutiles de su forma de ser. Según especialistas en psicología del color, el amarillo, es vinculado con la energía y la ambigüedad
Según un artículo de Jose Angel Saavedra, el amarillo posee una dualidad en su significado. Por un lado, es reconocido por transmitir sensaciones de alegría, optimismo e innovación. Sin embargo, también es asociado con características negativas como la falta de adaptación, que todo les afecte y la autocrítica.
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Este es el color que usan las personas más sensibles.
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Culturalmente, el amarillo se ha vinculado con la mentira, los celos y la hipocresía, atributos que sugieren actitudes falsas o deshonestas. Pero por otro lado, también es el color favorito de quienes no se aguantan la maldad o los reclamos.
Además, el amarillo en sus tonos más oscuros, especialmente cuando se combina con el negro, se puede entender que esa persona no la está pasado del todo bien, reforzando su lado más sensible.