La ropa blanca también es sensible a manchas de café u otros productos. Para ello existen una serie de soluciones caseras para su limpieza.
Las manchas amarillas en ropa blanca son uno de los problemas más comunes en el mantenimiento y limpieza dentro del hogar. Pese al cuidado que se tiene al lavarlas, es frecuente que el tiempo, el sudor, los productos cosméticos o incluso el simple guardado prolongado afecten la blancura de las prendas, en especial en zonas como axilas, cuellos o mangas.
Una de las más tradicionales consiste en el uso de lavandina, recomendada únicamente para tejidos resistentes como algodón, poliéster o nylon.
- Si se utiliza en lavarropas, se deben colocar 100 ml en el compartimento indicado.
- Si se lava a mano, se diluyen esos 100 ml en 10 litros de agua fría y se dejan las prendas en remojo durante 20 minutos. Esta técnica debe evitarse en telas delicadas y aplicarse siempre con guantes para evitar daños en la piel.
Otro método muy difundido es el uso del bicarbonato de sodio, un blanqueador natural que puede aplicarse directamente sobre la mancha tras humedecer la prenda.
- Luego se frota con un cepillo, se deja actuar media hora y se lava normalmente. Cuando se combina con vinagre blanco, su eficacia aumenta.
- En manchas persistentes, sobre todo en axilas, se recomienda espolvorear bicarbonato, agregar vinagre y dejar secar la pasta antes del lavado. Esta técnica también sirve para zapatillas de tela blanca.
- El vinagre blanco por sí solo también ofrece buenos resultados, sobre todo en tejidos delicados.
- Puede añadirse directamente en el lavarropa, o utilizarse diluido en partes iguales con agua caliente. En tejidos que no permiten lavandina, esta es una alternativa segura y efectiva. Si no hay bicarbonato disponible, una mezcla de vinagre y sal también puede servir como prelavado eficaz.
El jugo de limón es otra opción útil, en especial si se expone la prenda al sol tras aplicar el líquido directamente sobre la mancha. Su acidez, combinada con la luz solar, favorece la degradación de las manchas sin usar productos agresivos. Sin embargo, es importante hacer una prueba previa en un área no visible de la prenda antes de aplicar cualquiera de estos métodos.
Estos procedimientos permiten mantener en condiciones óptimas las prendas blancas sin necesidad de recurrir a soluciones industriales costosas o abrasivas, promoviendo el uso de materiales simples y accesibles desde el hogar.