Si te despertaste con ganas de comer un postre exquisito y casero, el cheesecake es una opción espectacular debido a rico sabor y que generalmente suele agradar en todos los paladares.
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Si te despertaste con ganas de comer un postre exquisito y casero, el cheesecake es una opción espectacular debido a rico sabor y que generalmente suele agradar en todos los paladares.
Para llevar esta receta a otro nivel y quedar como un buen anfitrión, se puede reversionar para unirla con el famoso chocolate Kinder.
Generalmente a los postres se los relaciona con azúcar y harinas, por lo que se lo empareja con algo que atenta contra la salud de nuestro cuerpo. No obstante, se puede controlar este exceso comiendo muy debes en cuando, dando lugar a ese “antojo”.
- 300 gramos de galletas de leche.
- 75 gramos de manteca derretida.
- 750 gramos de queso crema.
- 150 gramos de azúcar impalpable.
- Una cucharada de extracto de vainilla.
- 280 gramos de chocolate Kinder.
- 60 mililitros de crema caliente.
- 10 gramos de gelatina.
- 18 barras Kinder.
- 250 gramos de crema batida.
1- Primero hay que hacer el piso del postre. Para eso hay que golpear las masitas hasta que se conviertan en polvo y posteriormente mezclarlas con la manteca previamente derretida.
2- Una vez que tenemos eso, hay que ponerlo en un molde para darle forma con una cuchara.
3- Poner todo en la heladera.
4- Para el relleno hay que mezclar cada uno de los ingredientes – menos el chocolate- con la batidora.
5- Derretir el chocolate y recién ahí combinar con el resto de los ingredientes.
6- Volcar el resultado en el molde con la base hecha anteriormente.
7- Luego de unas horas en la heladera, es momento de fraccionar y comer solo o decorando con otras galletas, más chocolate o crema.