El vínculo entre el consumo de marihuana y la actividad cerebral vuelve a ser tema de debate en el ámbito de la medicina. Una reciente investigación identificó una disminución significativa en zonas del cerebro asociadas con la toma de decisiones, la memoria y la regulación emocional.
El hallazgo plantea nuevas dudas sobre el impacto del cannabis en la salud mental y cognitiva.
¿Qué áreas del cerebro se ven afectadas por el consumo frecuente de marihuana?
El estudio, publicado en JAMA Network Open, indica que el uso habitual de cannabis reduce la actividad cerebral en regiones clave relacionadas con la memoria de trabajo, la atención y el procesamiento emocional.
Los investigadores observaron que más del 60% de los consumidores frecuentes mostraron alteraciones al realizar tareas cognitivas específicas, mientras que ese número fue menor en quienes no consumían o lo hacían esporádicamente.
Gowin explicó: “Un ejemplo es comprobar el punto ciego al conducir por la carretera. Cuando mirás hacia adelante, debés recordar lo que viste en el punto ciego antes de poder tomar una buena decisión sobre si querés cambiar de carril o no”.
“Cuando estás en medio de una conversación con tu jefe, necesitás recordar lo que dijo el tiempo suficiente para poder responder”.
Perder esta capacidad, dijo, dificulta tareas cotidianas, desde seguir instrucciones verbales hasta responder con coherencia en una charla laboral.
¿Cómo se hizo la investigación sobre marihuana y salud cognitiva?
El análisis utilizó datos del Proyecto Conectoma Humano, que reunió más de 1.000 escáneres cerebrales de personas entre 22 y 36 años, expuestas a pruebas cognitivas entre 2012 y 2015.
Los voluntarios fueron clasificados según su historial de consumo:
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Altos consumidores: más de 1.000 usos a lo largo de la vida.
Moderados: entre 10 y 999 veces.
Bajo o nulo consumo: menos de 10 veces.
La diferencia más notoria se observó en las pruebas de memoria de trabajo, donde el 63% de los consumidores intensivos mostró una menor actividad cerebral.
¿Qué tan importante es el consumo reciente frente al consumo crónico?
El profesor Gowin señaló: “Cuando comparamos a los usuarios recientes y crónicos de cannabis, descubrimos que el uso crónico parecía ser más importante que el uso reciente en lo que respecta a los problemas con la memoria de trabajo”.
La disminución de la activación cerebral en consumidores frecuentes fue de aproximadamente un 14% respecto a los no consumidores. Esto sugiere que los efectos podrían mantenerse incluso si se deja de consumir.
¿La memoria se recupera si se abandona el cannabis?
Una de las preguntas más inquietantes la planteó Carol Boyd, profesora emérita de la Universidad de Michigan: “¿Puede el adolescente que consumió cannabis más de 1.000 veces entre los 15 y los 20 años, pero dejó de consumirlo a los 20, demostrar una mejor memoria de trabajo 10 años después?”.
Boyd también señaló que, hasta ahora, no hay certezas sobre la recuperación de la memoria funcional tras dejar el consumo habitual.
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Gowin agregó: “Algunos estudios pagaron a personas para que dejen de consumir cannabis durante un mes, y hay alguna evidencia de que recuperan parte de su función de memoria durante ese tiempo”.
¿Qué otras variables podrían haber influido en el resultado?
El estudio también analizó el rol de otros factores. Los grandes consumidores de cannabis tendían a tener menos educación formal, consumo paralelo de alcohol y niveles socioeconómicos más bajos.
Sin embargo, se aplicaron modelos estadísticos para aislar estos factores. Gowin aclaró: “Incluimos el alcohol en nuestros modelos y descubrimos que no explicaba los efectos que observamos, mientras que el consumo de cannabis sí lo hacía”.
¿Qué limitaciones tuvo esta investigación?
El trabajo no logró identificar el nivel de THC presente en cada consumo, ni si fue fumado, vaporizado o ingerido. Además, tampoco pudo establecer si los participantes tenían condiciones preexistentes como TDAH, que también impacta la memoria.
Boyd comentó: “Es posible que el TDAH sea un factor de confusión que distorsione los resultados entre el consumo excesivo de cannabis y el deterioro de la memoria de trabajo”.
Gowin concluyó: “Cuando se trata del consumo crónico de marihuana y el cerebro, es un área en la que se están realizando investigaciones. En este momento, simplemente no lo sabemos”.