Los especialistas en consumo eléctrico advierten que el electrodoméstico más demandante del baño no es el secador ni la planchita, sino el calefón o termotanque eléctrico. Según datos oficiales del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), este aparato puede representar hasta el 30% del gasto mensual de energía en un hogar promedio.
Un termotanque eléctrico de 80 litros consume entre 2.000 y 3.000 watts por hora.
Si permanece encendido las 24 horas, equivale a usar un secador de pelo 40 minutos diarios durante una semana entera.
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A diferencia del gas, la resistencia interna del termotanque necesita calentar grandes volúmenes de agua y mantenerlos a temperatura constante, lo que genera un gasto continuo incluso cuando no se usa. Por eso, se recomienda apagarlo durante la noche o al salir de casa.
Cómo reducir el consumo sin perder confort
Para disminuir el gasto eléctrico, los técnicos aconsejan regular el termostato entre 45 y 55 °C y optar por modelos con aislación térmica eficiente.
Los calefones eléctricos instantáneos pueden ser una alternativa práctica para baños pequeños, ya que calientan solo el agua que se utiliza.
Otra clave es evitar pérdidas de calor: revisar el sellado de las cañerías, mantener las duchas cortas y no abrir simultáneamente grifos de agua caliente. Estas prácticas pueden reducir el gasto hasta un 25% mensual.
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Seguridad y prevención de incendios
Un mal mantenimiento puede convertir al termotanque en un riesgo eléctrico. Los especialistas en seguridad doméstica recomiendan conectarlo siempre a una línea independiente con disyuntor y térmica propia, y no usar adaptadores ni alargues.
También es importante revisar la conexión a tierra y verificar periódicamente que la válvula de seguridad funcione correctamente.
Además, los equipos deben instalarse en zonas bien ventiladas y alejadas de cortinas o materiales inflamables, especialmente en baños pequeños.
El calefón o termotanque eléctrico es el electrodoméstico que más energía consume en el baño.
Usarlo con regulación térmica, mantenimiento adecuado y apagado programado puede reducir considerablemente el gasto y prevenir sobrecargas o incendios domésticos.